La sensación de dormir en un hotel de Canarias es casi un recuerdo universal: esa cama que te abraza, te acoge y te hace prometerte a ti mismo que vas a replicarla en casa. Nos pasamos las vacaciones disfrutando de un descanso que parece inalcanzable en nuestro propio dormitorio, atribuyéndolo a la magia del lugar. Pero la realidad es que el secreto no reside en un colchón carísimo, sino en una combinación de elementos asequibles. ¿Y si pudieras tener ese mismo lujo cada noche?
Esa nube en la que te hundes al final de un día de playa no es fruto de la casualidad ni de una tecnología de la NASA. Es el resultado de un método, de una serie de trucos perfeccionados durante décadas en la hostelería para garantizar el máximo confort. Tras hablar con una experta, ahora sabemos que una gobernanta de hotel con una década de experiencia nos desvela sus trucos, y son más sencillos y económicos de lo que jamás habrías imaginado.
3EL ABRAZO DE LAS SÁBANAS: EL TRUCO DE LOS HILOS

Otro mito común es que cuanta más cantidad de hilos tenga una sábana, mejor será. La realidad es que a partir de cierto número, la tela deja de transpirar. El punto dulce, el que buscan los hoteles para conseguir ese tacto crujiente pero suave de las islas afortunadas, está en un rango muy concreto. Tras años de pruebas, la conclusión es que la clave está en sábanas de algodón percal de entre 300 y 500 hilos.
Las almohadas también juegan un papel crucial. Una sola almohada nunca es suficiente en un hotel de lujo. El truco para replicar esa sensación de opulencia y comodidad que sientes en tu escapada al archipiélago es ofrecer opciones. En los hoteles de Canarias se ha estandarizado una fórmula que nunca falla: se suelen combinar dos almohadas firmes detrás y dos más blandas delante por persona, permitiendo al huésped crear su combinación perfecta.