Bonos del Estado 2025: ¿una buena opción para jubilados?
Cada vez que me siento con amigos jubilados sale la misma conversación: ¿qué hacemos con los ahorros? Los bancos siguen tacaños, la inflación muerde y la bolsa da más sustos que alegrías. Así que muchos miran a un clásico de toda la vida: los bonos del Estado.
¿Son realmente una buena idea en 2025 para alguien que ya está jubilado? Vamos al lío.
¿Qué son los bonos del Estado y cómo funcionan?
La explicación corta: es como prestarle dinero al Gobierno. Compras un bono, te van pagando intereses cada cierto tiempo y, cuando termina el plazo, te devuelven lo que pusiste al principio.
En 2025 los plazos habituales son de 3, 5 y 10 años. También están las letras del Tesoro, que duran solo unos meses.
La clave para los jubilados: los respalda el propio Estado español, lo que da más seguridad que jugársela con acciones o fondos privados.
Rentabilidad de los bonos en 2025
Este año las cosas pintan diferentes. Con los tipos de interés europeos en niveles altos, la deuda pública ofrece cifras que hacía tiempo no se veían:
- Bonos a 3 años: 2,8 % – 3 %
- Bonos a 5 años: 3,2 %
- Bonos a 10 años: 3,5 % – 3,7 %
No es el negocio del siglo, pero suena mejor que tener el dinero en la cuenta al 0 %.
Ventajas para los jubilados
- Seguridad: el riesgo de impago es mínimo.
- Ingresos periódicos: algunos bonos pagan cupones semestrales.
- Accesibles: desde menos de 1.000 € puedes empezar a invertir online o desde tu banco.
Los riesgos que no hay que perder de vista
- Inflación: si sube más que la rentabilidad, pierdes poder de compra.
- Plazo fijo: si metes el dinero a 10 años y lo necesitas antes, podrías perder parte al venderlo.
- Fiscalidad: Hacienda se lleva su parte (19 % – 28 % sobre los intereses).
¿Merecen la pena los bonos en 2025?
Depende del perfil. Si buscas tranquilidad, ingresos modestos y no quieres complicarte, los bonos son una opción lógica. Si en cambio quieres arañar más rentabilidad y no te asusta algo de riesgo, quizá conviene combinarlos con otros productos de renta fija o fondos diversificados.
Lo que está claro: por primera vez en años, los jubilados tienen una alternativa real al “0 %” eterno de los bancos. Y eso ya es noticia.