martes, 19 agosto 2025

El truco de la “pestaña 69” en Ryanair y Vueling: cómo conseguir asientos con más espacio sin pagar más

• El principal riesgo es ser separado de tus acompañantes y la posibilidad de acabar en uno de los peores asientos si el plan falla.
• Es una estrategia de alto riesgo y alta recompensa, ideal para viajeros solitarios que priorizan el espacio sobre la ubicación exacta.

Volar con Ryanair es casi un rito de paso para cualquier viajero que busque exprimir al máximo su presupuesto. Sin embargo, el precio a pagar a menudo se mide en centímetros para las rodillas, ya que pagar por un extra de comodidad se ha convertido en la norma para muchos viajeros. Lo que pocos saben es que podría existir una puerta trasera, un pequeño truco que desafía la lógica de la aerolínea.

La promesa de un asiento más espacioso sin pasar por caja suena a leyenda urbana, a un secreto susurrado en foros de viajeros. Pero, ¿y si fuera real? Detrás de la estricta política de asignación de asientos de las compañías low cost, existe un método poco conocido que podría cambiar las reglas del juego al volar barato. Una técnica que depende más de la paciencia y la estrategia que del dinero.

Publicidad

¿UN SECRETO A VOCES ENTRE VIAJEROS?

La filosofía de Ryanair es clara y conocida por todos: pagas por lo que usas, y el espacio extra es un lujo que se factura aparte. Pero la picaresca del viajero siempre busca una grieta en el sistema.
La filosofía de Ryanair es clara y conocida por todos: pagas por lo que usas, y el espacio extra es un lujo que se factura aparte. Pero la picaresca del viajero siempre busca una grieta en el sistema.Fuente Pexels.

El modelo de negocio de la compañía de bajo coste es un éxito incuestionable, y se basa en ofrecer un precio base casi imbatible por el trayecto. A partir de ahí, todo suma, porque la aerolínea irlandesa ha construido su imperio sobre la base de un billete básico al que se le suman extras. Elegir asiento, especialmente uno con más espacio como los de las salidas de emergencia, es uno de los suplementos más codiciados y rentables.

Sin embargo, la conversación sobre cómo «ganarle la partida» a la aerolínea es un clásico. Entre consejos para meter más ropa en el equipaje de mano y evitar tasas sorpresa, emerge este truco, ya que la idea de conseguir un asiento mejor sin coste adicional alimenta una leyenda urbana entre los foros de viajes. El nombre, «pestaña 69», es solo un apodo informal que alude a la insistencia y la repetición del método.

LA LÓGICA INVERSA: ¿POR QUÉ SER EL ÚLTIMO ES MEJOR?

Para entender este truco hay que pensar al revés de lo que nos dice el instinto. Mientras la mayoría se apresura a facturar, la clave de esta estrategia con Ryanair reside precisamente en esperar.
Para entender este truco hay que pensar al revés de lo que nos dice el instinto. Mientras la mayoría se apresura a facturar, la clave de esta estrategia con Ryanair reside precisamente en esperar. Fuente Pexels.

Cuando haces el check-in online, un algoritmo te asigna un asiento de forma aleatoria si no has pagado por uno específico. La mayoría de los viajeros lo hace en cuanto se abre el plazo, asegurándose los peores asientos del avión, los del medio. La clave es que el sistema de la compañía aérea rellena primero los asientos menos deseados que nadie ha comprado, dejando los mejores para el final.

Al esperar a las últimas horas antes de que cierre la facturación, el abanico de asientos disponibles se ha reducido drásticamente. El algoritmo, al quedarse sin opciones estándar, a veces no tiene más remedio que asignar los que nadie ha pagado por su precio más elevado, pues los asientos junto a las salidas de emergencia o en primeras filas pueden quedar libres y ser asignados gratuitamente a los últimos en facturar. Es una cuestión de pura probabilidad.

EL PASO A PASO DEL «TRUCO»: PACIENCIA Y UN POCO DE SUERTE

Aplicar esta técnica no requiere conocimientos informáticos, pero sí nervios de acero y aceptar que no es una ciencia exacta. Es una apuesta que puede salir muy bien o dejarte donde estabas con tu billete de Ryanair.
Aplicar esta técnica no requiere conocimientos informáticos, pero sí nervios de acero y aceptar que no es una ciencia exacta. Es una apuesta que puede salir muy bien o dejarte donde estabas con tu billete de Ryanair. Fuente Pexels.

El método es sencillo: no facturar en cuanto se abre el plazo. Hay que esperar hasta el último día, incluso a las últimas horas antes de que se cierre el proceso de check-in online. Es un juego de paciencia, pues la estrategia consiste en apurar al máximo el tiempo para que el sistema tenga menos asientos malos que ofrecer. Abrir y cerrar la página —de ahí lo de las «pestañas»— para ver cómo evoluciona la ocupación es parte del ritual.

El momento crítico llega unas pocas horas antes del límite. Al realizar la facturación en ese punto, cruzas los dedos y dejas que el sistema haga su magia. No hay garantías, pero las posibilidades de recibir un «upgrade» gratuito aumentan considerablemente, ya que muchos usuarios han reportado éxito al ser reubicados en asientos XL sin haber pagado un euro extra. Es la recompensa a la paciencia del viajero estratégico.

NO TODO ES COLOR DE ROSA: LOS RIESGOS QUE NADIE TE CUENTA

Antes de lanzarse a la aventura de ser el último en facturar con Ryanair, hay que ser consciente de que el plan puede salir mal. La línea entre un asiento con más espacio y un pequeño desastre es muy fina.
Antes de lanzarse a la aventura de ser el último en facturar con Ryanair, hay que ser consciente de que el plan puede salir mal. La línea entre un asiento con más espacio y un pequeño desastre es muy fina. Fuente Pexels.

El principal riesgo es evidente: si viajas en grupo o en pareja, las probabilidades de que os sienten separados son altísimas, casi del cien por cien. El sistema os tratará como viajeros individuales, y la aerolínea os asignará los huecos sueltos que queden, que rara vez estarán juntos. Si la compañía es lo más importante de tu viaje económico, este truco no es para ti.

Además, existe la posibilidad de que la jugada salga completamente al revés. En lugar de un asiento espacioso, podrías acabar en el asiento del medio en la última fila, el menos deseado de todo el avión. Y el peor escenario, aunque poco probable, es apurar tanto que se te pase el plazo para facturar online, lo que implicaría tener que pagar la penalización por facturar en el propio aeropuerto, un coste que anularía cualquier ahorro.

ENTONCES, ¿MERECE LA PENA JUGÁRSELA?

La decisión de probar o no este método con Ryanair o Vueling es, en última instancia, una elección personal que depende del tipo de viajero que seas y de lo que valores en tu vuelo.
La decisión de probar o no este método con Ryanair o Vueling es, en última instancia, una elección personal que depende del tipo de viajero que seas y de lo que valores en tu vuelo.Fuente Pexels.

Para el viajero solitario, flexible y un poco jugador, puede ser una forma emocionante de añadir un poco de intriga al viaje. Es una pequeña apuesta donde hay poco que perder y bastante que ganar en comodidad, porque asumir el riesgo puede significar un viaje mucho más confortable sin alterar el presupuesto. Al final, se trata de entender las reglas del gigante irlandés y usarlas a tu favor.

En definitiva, este truco no es más que un reflejo de la eterna partida entre las aerolíneas y los pasajeros. Unos buscan maximizar beneficios con cada centímetro del avión; otros, exprimir cada euro para viajar más y mejor. Mientras la política de asignación de asientos de Ryanair siga funcionando así, siempre habrá quien prefiera esperar en la sombra, con la esperanza de ser el último en llegar a la fiesta y llevarse el mejor premio.


Publicidad