El universo de La Promesa vuelve a sacudir a los seguidores de la serie con un giro argumento tan impactante como devastador. La detención de Lorenzo no se esperaba, ya que parecía ser el desenlace de una historia llena de mentiras y tensiones, pero la revelación de Curro lo ha alterado todo. Su confesión, en lugar de cerrar las heridas, ha abierto un profundo abismo entre los miembros de la familia e incluso también entre los vecinos de la finca.
1LA CONFESIÓN QUE DESGARRA A LA FAMILIA DE LORENZO

El encarcelamiento de Lorenzo había dejado a los humanos en ese tratamiento ambiguo entre el dolor de la vergüenza y el alivio de haber apartado de su camino la sombra peligrosa que siguió durante tanto tiempo en su propia vida; Sin embargo, el momento más duro fue cuando Curro decidió confesar quién había sido el delator del capitán.
Por su parte, en «La Promesa», Curro lo confiesa cuando se encuentra con la documentación, que prueba sin dudas lo que había hecho, y su veracidad tampoco es interpretada por todos como un acto de justicia. Curro lo hace en un momento de intimidad con Lope, Vera y Pía, que reciben la noticia de una forma sorprendentemente asombrada y temerosa de las consecuencias. El silencio que sigue a la revelación resulta reveladora del contenido de sus palabras.
Nadie esperaba que el joven tuviera que cargar con tal responsabilidad, y mucho menos aún que la admitiera públicamente, lo que conlleva el riesgo de hacer años muchos más la unión familiar. Para Lorenzo, la traición duele doblemente: no se enfrenta solo a las acusaciones judiciales que había vivido, sino que, a mayores de eso, enfrenta También la amenaza de haber sido entregada por otras personas de su entorno más cercano. Es un tipo de resentimiento que va ineludiblemente de la mano del deseo de venganza, pero la familia entera queda atrapada entre la lealtad y el reproche.