Pocas decisiones de compra en el hogar crean tanta incertidumbre como la compra de una lavadora. Este electrodoméstico, presente en casi todos los hogares de las personas y del que no se puede prescindir en la vida moderna, presenta dificultades a la hora de elegirla; aquí entra en juego, por el precio, la capacidad, el consumo y, muy por encima, la durabilidad. El juego de la oferta y la demanda hace que se disponga en el mercado de un número esencial de modelos; ello hace que el consumidor tienda a elegir el modelo más barato, sin pensar que un precio muy bajo puede suponer averías durante mucho tiempo y que ese modelo llega a costar.
3LA OTRA CARA DE LA MONEDA SEGÚN LA OCU

No todo son, sin embargo, buenas noticias en el plano de las lavadoras. La OCU también ha detectado marcas que no llegan a alcanzar en sus lavadoras los 10 años de vida útil. Teka, Candy, Hoover, Indesit y Whirlpool están en la parte más baja de la tabla.
Sus índices de confiabilidad oscilan entre el 57 y el 71, un dato que llama a la prudencia a la hora de elegir. No quiere eso decir que las lavadoras se rompen de inmediato, sino que fallan más y pasan por el servicio técnico con más frecuencia. Eso supone, en la práctica, visitas periódicas al servicio técnico con el resultado de un gasto extra superior al inicial, que puede llegar a doblarse.
Lo barato, en este caso, puede resultar caro. Entre estos márgenes existen las marcas Bosch, Balay, Electrolux o Fagor. Sus lavadoras normalmente tienen alrededor de 11 años de vida, con índices de confiabilidad que oscilan entre el 64 y el 83. Se trata de modelos intermedios en el sentido de ofrecer un funcionamiento correcto, pero sin llegar a alcanzar la excelencia de Miele ni las cifras preocupantes de Teka o Candy.