lunes, 18 agosto 2025

Las preguntas clave que debes resolver antes de aceptar una herencia en España

Aceptar una herencia no siempre es tan bonito como parece. Antes de firmar, conviene hacerse varias preguntas clave para evitar deudas ocultas, líos familiares o impuestos sorpresa. Aquí te contamos lo que de verdad debes mirar antes de decir que sí.

Recibir una herencia suena bien, ¿no? Pero ojo. En España no siempre es tan fácil como decir “vale, me quedo con todo”. Antes de firmar hay que pensar dos veces y revisar cosas que, si no, te pueden dar un disgusto. Aquí van las preguntas que sí o sí deberías hacerte.


¿Hay deudas detrás de la herencia?

Una herencia no es solo casas, tierras o dinero en el banco. También arrastra lo malo: deudas, hipotecas, préstamos, recibos sin pagar… Y eso, si aceptas, va directo a ti.

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👉 Truco rápido: pide en el Banco de España un certificado de deudas. Así sabes dónde te metes antes de decir que sí.


¿Acepto “a beneficio de inventario”?

Nombre raro, lo sé, pero es útil. Básicamente significa: primero se pagan las deudas con lo que hay en la herencia. Y si sobra algo, ya es para los herederos. Lo bueno es que tu dinero personal queda a salvo.

Si no tienes claro qué cuentas dejó el fallecido, es casi lo más sensato.


¿Y los impuestos qué?

Aquí viene lo gordo: el Impuesto de Sucesiones. En unas comunidades apenas se paga nada y en otras es un sablazo. Depende de dónde vivas y de tu relación con el fallecido.

Además, si heredas una vivienda y luego decides venderla… pues otra vez impuestos: plusvalía municipal y a veces también IRPF.


¿Cómo se reparten las cosas?

Aquí es donde muchas familias se lían. La ley marca que hay herederos forzosos: hijos, cónyuge y padres en algunos casos. Ellos se llevan sí o sí su parte mínima. Lo demás depende del testamento.

¿Que no hay testamento? Pues sucesión intestada, que suele ser un lío y se alarga más de la cuenta.


¿Hace falta abogado?

Respuesta corta: sí. Un buen abogado de herencias te evita dolores de cabeza. Te calcula impuestos, te ayuda a llevarte bien (o al menos a negociar) con otros herederos y te asegura que no metas la pata firmando algo que luego te cueste dinero.


👉 En resumen: antes de decir “sí” a una herencia, piensa, pregunta y revisa. Que lo que parece un regalo no se convierta en un marrón.


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