En los últimos meses, la figura de Sofía Suescun ha vuelto a acaparar titulares. Su regreso a las pantallas, ahora como presentadora de ‘Socialité’, ha sido tan comentado como la vida que lleva lejos de los focos. Sin embargo, si hay algo que refleja el momento personal y profesional que atraviesa es, sin duda, su impresionante mansión en Valdemorillo, valorada en un millón de euros.
De sus días en Vallecas a esta residencia de ensueño, el recorrido vital de Sofía Suescun es un ejemplo de determinación, esfuerzo y visión. Una casa que no solo es su refugio, sino también un símbolo de independencia, donde cada rincón habla de su personalidad y de las decisiones que la han llevado hasta aquí.
2Un salón donde la luz es protagonista

El corazón de la casa es, sin duda, el salón. Amplio, con techos altos y grandes ventanales que inundan de luz cada rincón, transmite la sensación de amplitud que Sofía Suescun buscaba. Las paredes en tonos suaves, combinadas con detalles en rosa palo y marrones cálidos, crean un ambiente relajado y acogedor.
En este espacio, la funcionalidad no sacrifica la estética. Los muebles han sido elegidos para integrarse sin recargar, y el suelo claro realza la luminosidad natural. Según la propia Sofía Suescun, su implicación fue absoluta: “Alquilé una casita al lado y, desde las ocho de la mañana, ya nos poníamos a decidir cosas”. Este nivel de dedicación se percibe en cada acabado, desde las cortinas hasta la disposición de los sofás.