domingo, 17 agosto 2025

Amadeo Alentorn (Jupiter AM) sobre la Fed y el dólar: «Si el dólar pierde su corona, los tipos se mantendrán elevados más tiempo»

IG Markets

Análisis de Amadeo Alentorn, responsable de inversiones del área de Renta Variable Sistemática de Jupiter AM, en el que aborda uno de los riesgos que podrían provocar una mayor volatilidad en los mercados internacionales.

A principios de año, los mercados de renta variable se vieron muy afectados por los sucesos macroeconómicos cuando, en abril, EE. UU. anunció unos elevados aranceles a las importaciones de otros países. Sin embargo, las guerras comerciales no son el único riesgo que se recorta en el horizonte. 

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El dólar estadounidense cayó recientemente a su nivel más bajo en tres años frente a una cesta de grandes divisas. La confianza en el dólar —la principal moneda de reserva del mundo— se ha visto erosionada por una combinación de inestabilidad de las cuentas públicas, política comercial impredecible y alianzas monetarias mundiales cambiantes.

Dólar estadounidense.

La deuda nacional estadounidense ha superado los 36,2 billones de dólares y el 16 de mayo la agencia de calificación Moody’s rebajó la calificación crediticia de la deuda pública de EE. UU. de Aaa a Aa1. Moody’s prevé que los déficits federales aumenten hasta casi el 9% del PIB en 2035, frente al 6,4% en 2024, y proyecta que la deuda federal alcance el 134% del PIB en 2035, frente al 98% en 20243.

La One Big Beautiful Bill de los republicanos, un amplio paquete de recortes de impuestos y medidas de gasto que se convirtió en ley el 4 de julio, añadirá varios billones de dólares a los pasivos a largo plazo del gobierno estadounidense. Mientras tanto, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anteriormente dirigido por Elon Musk, ha realizado menos recortes de gasto de los prometidos, lo que socava aún más la credibilidad de la política presupuestaria. Para agravar el problema, la guerra arancelaria de la Administración ha dañado la confianza y ha llevado a algunos inversores internacionales a replantearse el tamaño de su exposición a activos denominados en dólares estadounidenses.

Al mismo tiempo, el bloque BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y otras economías emergentes) ha puesto en marcha un sistema de liquidación del comercio no basado en el dólary ha creado el Fondo Monetario BRICS.

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Posible escenario para el dólar

Los acontecimientos que presentamos a continuación no son previsiones, sino ejemplos del tipo de acontecimientos que pueden provocar turbulencias en los mercados. Se trata de acontecimientos hipotéticos que pueden materializarse o no, pero van precedidos de hechos que deberían ser motivo de preocupación. Aunque esperamos que ninguno de estos escenarios se haga realidad, los inversores deben ser conscientes de este tipo de riesgos. 

Mientras aumenta la presión sobre las cuentas públicas, EE. UU. se enfrenta a un gasto en defensa imprevisto a raíz de un estallido geopolítico. Los aranceles a la importación, introducidos en un intento de proteger las industrias nacionales, avivan en cambio la inflación. La Fed se ve obligada a mantener los tipos de interés más altos durante más tiempo, a pesar de la ralentización del crecimiento económico.

Dólar de EEUU y yuan chino

Con la disminución de los ingresos fiscales y el aumento de los costes del servicio de la deuda, los pagos anuales de intereses de la deuda nacional superan los 1,2 billones de dólares. En medio de una creciente preocupación, Moody’s vuelve a degradar la nota crediticia y S&P y Fitch siguen su ejemplo.

La confianza de los inversores flaquea. Los bonos del Tesoro estadounidense sufren una fuerte presión vendedora y sus rendimientos suben. La liquidez en las subastas del Tesoro disminuye, ya que menos inversores están dispuestos a comprar deuda pública estadounidense, lo que dificulta que el Gobierno pueda endeudarse a precios asequibles. Los bancos centrales extranjeros, aduciendo tanto el deterioro de las cuentas públicas como la creciente inestabilidad política, reducen sus posiciones en deuda pública estadounidense.

En vísperas de las elecciones legislativas de 2026, la polarización política se intensifica.Estallan violentas protestas en las principales ciudades estadounidenses. El presidente Trump vuelve a desplegar a la Guardia Nacional (como hizo antes en California) y protagoniza titulares al declarar su intención de optar a un tercer mandato, a pesar de los límites constitucionales. El fantasma de la erosión institucional se suma al nerviosismo del mercado.

A medida que la demanda de activos refugio se aleja de los bonos del Tesoro, el oro alcanza nuevos máximos y la volatilidad de las bolsas aumenta bruscamente.

Mientras tanto, la plataforma de liquidación de intercambios comerciales del grupo BRICS+ cobra impulso. A finales de 2026, el petróleo, el gas natural y los principales metales se cotizan y liquidan cada vez más en yuanes chinos, rupias indias y la moneda propia de los BRICS (BUA). El comercio mundial de materias primas a través del sistema BRICS supera los 2 billones de dólares, lo que socava gradualmente la demanda del dólar estadounidense en las transacciones internacionales.

En definitiva, aunque EE. UU. sigue siendo la mayor economía del mundo y conserva unos mercados de capitales profundos, el «privilegio exorbitante» de la dependencia casi universal del dólar se ha roto. Surge un orden financiero multipolar, en el que las reservas, los precios de las materias primas y los flujos de capitales se diversifican cada vez más entre los distintos bloques.


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