domingo, 17 agosto 2025

El suplemento que recomiendan médicos para reforzar defensas en otoño: solo el 8% lo toma en España

El suplemento del que todos hablan en las consultas privadas se ha convertido en una pieza clave para afrontar la bajada de temperaturas y la consiguiente oleada de virus estacionales. Con la llegada del otoño, las consultas médicas y las farmacias se llenan de pacientes buscando soluciones casi mágicas para evitar el temido resfriado o una gripe inoportuna que les deje fuera de juego durante una semana. Sin embargo, lo que pocos saben es que muchos profesionales de la salud recurren discretamente a ayudas específicas para mantener sus propias defensas a punto, permitiéndoles seguir al pie del cañón cuando más se les necesita.

Lejos de ser una fórmula secreta inalcanzable, se trata de una estrategia basada en la evidencia y en el profundo conocimiento del sistema inmunitario. No es casualidad que, mientras recomiendan descanso y una dieta equilibrada, ellos mismos optimicen su organismo con un refuerzo concreto. La clave reside en la prevención y en entender que, en la batalla contra los patógenos, anticiparse es ganar media guerra. Este enfoque proactivo, que combina ciencia y naturaleza, es lo que les permite mantenerse sanos en una estación donde caer enfermo parece la norma, y no la excepción, desvelando una verdad sencilla: cuidar de uno mismo es la mejor forma de poder cuidar de los demás. Este tipo de suplemento es cada vez más demandado.

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MÁS ALLÁ DE LA PÍLDORA: UN ESTILO DE VIDA QUE REFUERZA

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Si bien la elección de un suplemento adecuado es una decisión astuta para reforzar las defensas, los profesionales de la salud son los primeros en subrayar que ninguna píldora puede sustituir los pilares de un estilo de vida saludable. La suplementación es, como su propio nombre indica, un complemento a una base sólida de bienestar. El descanso adecuado es, sin duda, el factor más crítico y a menudo el más subestimado. Durante el sueño, el cuerpo lleva a cabo procesos de reparación y regeneración celular, incluida la producción de citoquinas, unas proteínas cruciales que ayudan a combatir las infecciones y la inflamación. La falta crónica de sueño debilita gravemente la capacidad de respuesta del sistema inmunitario, dejándolo vulnerable ante cualquier ataque. Un buen descanso nocturno es el mejor suplemento que existe.

Junto al descanso, la gestión del estrés y una alimentación equilibrada son cofactores indispensables. El estrés crónico libera hormonas como el cortisol, que pueden suprimir la eficacia del sistema inmune a largo plazo. Por otro lado, una dieta rica en frutas, verduras y alimentos frescos proporciona un cóctel de vitaminas, minerales y antioxidantes que actúan como materia prima para las células defensivas. La actividad física regular y moderada también ha demostrado tener un efecto positivo, mejorando la circulación de las células inmunitarias por todo el cuerpo. En definitiva, la estrategia de los que más saben de salud es integral: utilizan un suplemento como un refuerzo táctico, pero la verdadera victoria en la guerra contra los virus del otoño se gana día a día, con hábitos que construyen un organismo fuerte, resiliente y preparado.

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