sábado, 16 agosto 2025

El suplemento que recomiendan médicos para reforzar defensas en otoño: solo el 8% lo toma en España

El suplemento del que todos hablan en las consultas privadas se ha convertido en una pieza clave para afrontar la bajada de temperaturas y la consiguiente oleada de virus estacionales. Con la llegada del otoño, las consultas médicas y las farmacias se llenan de pacientes buscando soluciones casi mágicas para evitar el temido resfriado o una gripe inoportuna que les deje fuera de juego durante una semana. Sin embargo, lo que pocos saben es que muchos profesionales de la salud recurren discretamente a ayudas específicas para mantener sus propias defensas a punto, permitiéndoles seguir al pie del cañón cuando más se les necesita.

Lejos de ser una fórmula secreta inalcanzable, se trata de una estrategia basada en la evidencia y en el profundo conocimiento del sistema inmunitario. No es casualidad que, mientras recomiendan descanso y una dieta equilibrada, ellos mismos optimicen su organismo con un refuerzo concreto. La clave reside en la prevención y en entender que, en la batalla contra los patógenos, anticiparse es ganar media guerra. Este enfoque proactivo, que combina ciencia y naturaleza, es lo que les permite mantenerse sanos en una estación donde caer enfermo parece la norma, y no la excepción, desvelando una verdad sencilla: cuidar de uno mismo es la mejor forma de poder cuidar de los demás. Este tipo de suplemento es cada vez más demandado.

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LA VITAMINA D: EL SOL ENCAPSULADO PARA BLINDAR LAS DEFENSAS

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Conocida popularmente como la «vitamina del sol», la vitamina D emerge como un pilar fundamental en la estrategia de fortalecimiento inmunitario, especialmente durante los meses de otoño e invierno. En esta época del año, la exposición a la luz solar disminuye drásticamente, lo que dificulta la producción natural de este nutriente esencial en la piel, un proceso vital para el correcto funcionamiento del organismo. Muchos facultativos, conscientes de esta carencia estacional casi generalizada, optan por un suplemento de vitamina D para asegurar niveles óptimos en sangre, ya que su déficit se asocia directamente con una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias. Este nutriente liposoluble no solo es crucial para la absorción de calcio y la salud ósea, sino que también desempeña un papel modulador clave sobre las células del sistema inmune, como los linfocitos T, que son la primera línea de defensa contra virus y bacterias.

La decisión de recurrir a este suplemento no es arbitraria, sino que responde a una creciente evidencia científica que respalda su eficacia. Diversos estudios han demostrado que mantener unos niveles adecuados de vitamina D contribuye a reducir la incidencia y la severidad de los resfriados y la gripe. Actúa como un regulador de la respuesta inmunitaria, evitando tanto la indefensión ante patógenos como las respuestas inflamatorias exageradas que pueden dañar los tejidos. Por este motivo, la suplementación se convierte en una herramienta preventiva de primer orden para el personal sanitario, que está continuamente expuesto a un alto riesgo de contagio. La elección de este compuesto como el suplemento predilecto subraya una aproximación a la salud basada en la prevención y la optimización de los recursos propios del cuerpo para enfrentar las amenazas externas con mayor solvencia.

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