La más reciente encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la fiabilidad de diferentes marcas de vehículos para 2024 ha vuelto a corroborar aquello que parecía más bien una ley no escrita: la fortaleza y la resistencia de los coches que provienen del país nipón. Sin embargo, el listado de este año nos trae ingredientes inesperados que están suscitando opiniones de todo tipo entre los aficionados y expertos del motor. No solo las marcas japonesas han sabido hacerse con el podium, sino que alguna que otra marca europea emergente ha irrumpido con fuerza en la clasificación, rompiendo con el tradicional guion.
1DOMINIO JAPONÉS: PRECISIÓN, TRADICIÓN Y CONFIANZA

Cuando nos referimos a la fiabilidad automotriz, no existe la menor duda respecto a los fabricantes japoneses. Todo el liderazgo que obtienen no es por casualidades, sino que corresponde a una filosofía de producción rigurosa y al mismo tiempo coherente con el paso de las décadas. Desde hace ya muchas décadas, y particularmente desde los años 80, las marcas Toyota, Honda o Subaru han conseguido construir lo que se ha ido transmitiendo generación tras generación de personas al volante.
En esta nueva versión de la clasificación OCU, Lexus demuestra nuevamente que la fiabilidad y el lujo no son conceptos que se contradigan en absoluto. Con 98 puntos sobre 100, la puntuación, se podría decir, se acerca de forma muy precisa a la perfección mecánica. La marca premium de Toyota combina motores híbridos con su buen saber hacer, lo que se traduce en menos visitas al taller y más años de uso sin apenas sustos.
Suzuki y Subaru, con 93 puntos, igualmente sostienen una alta nota. En un sector cada vez más afectado por la antigua manía de basar todo en la tecnología y en la digitalización, estas dos marcas no renuncian a la ingeniería de toda la vida, prefiriendo seguir evolucionando un sistema que les ha demostrado su fiabilidad que no ir a experimentar mecánicas que podrían poner en riesgo la durabilidad.