sábado, 16 agosto 2025

La Federación Profesional del Taxi denuncia su exclusión de la firma del nuevo convenio en Madrid

Durante el pasado fin de semana, con «nocturnidad y alevosía». Así describen desde la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) la firma del reciente convenio de la Comunidad Autonoma de Madrid (CAM) para el sector del taxi. Firmado por el gobierno de la CAM junto a la Asociación Gremial del Taxi de Madrid, la Asociación Madrileña del Taxi y el Sindicato Libre de Transporte (SLT), desde la Federación ya se adelanta que se planea impugnar el nuevo convenio, por haberlos dejado por fuera de las conversaciones, afirmando además que el acuerdo empeora las condiciones de los trabajadores del sector. 

«Hay una rebaja salarial, de unos 2.000 euros anuales, se ha eliminado la posibilidad de regulación horaria y se ha incluido el concepto de tiempo efectivo de trabajo, así como de salario global», sentencian desde la FPTM en declaraciones recogidas por la ‘Gaceta del taxi’. Es un nuevo varapalo contra la federación que ya se encontró con posiciones encontradas dentro del sector por las nuevas licencias de VTC aprobadas para Cabify, y ahora se ha quedado fuera de una conversación que consideran clave para el futuro inmediato del sector. 

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Por su lado desde SLT defienden su gestión y el acuerdo alcanzado con las dos asociaciones del Taxi y la Comunidad de Madrid. «Este convenio, que estará en vigor por los próximos cuatro años, marca un hito en la regulación de las condiciones laborales de los miles de profesionales que, a diario, realizan una labor esencial para la movilidad en nuestra ciudad. Con su firma, el sector del taxi da un paso importante hacia una mejora significativa de las condiciones laborales de los conductores, estableciendo un marco que ofrece mayores beneficios salariales, mejoras en la jornada laboral y un reconocimiento de beneficios sociales que superan los establecidos por el Estatuto de los Trabajadores», sentencia el sindicado. 

De momento, el convenio no ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), a la espera de su entrada en vigor en enero del año que viene. Aun así, desde la CAM se cuenta con que es una mejoría de las condiciones de los trabajadores, y ciertamente es una buena noticia la presencia de un nuevo convenio, con el actual diseñado en 2019. Por ahora las partes involucradas siguen esperando por la publicación oficial del texto para confirmar que no hay cambios en el mismo.

UN SECTOR TAXI DIVIDIDO EN MADRID

Lo cierto es que una vez más el taxi de la capital no es capaz de presentar un frente unido de cara a las decisiones tomadas desde la Comunidad. Se hizo evidente con la aprobación de las nuevas licencias de VTC que han caído en manos de Cabify, y se hace evidente con la discusión alrededor del nuevo convenio. La presencia de SLT en la negociación genera además algunas dudas por las críticas que ha recibido este sindicato por parte de UGT y CCOO durante la negociación del convenio que rige los contratos de la llamada «Nueva Movilidad». Esta división hace que sea más complejo que defiendan sus posiciones en estas circunstancias. 

VTC en Madrid. Fuente: Agencias
VTC en Madrid. Fuente: Agencias

Además, hay posiciones encontradas también en temas como la posibilidad de elegir el horario, de asumir más de 40 horas de trabajo a la semana o de liberalizar el precio base de cada viaje previo al taxímetro. Incluso hay dudas sobre si deben o no inscribirse en plataformas como FreeNow, Uber, Bolt o Cabify, que los incluyen en la flota aunque siempre y cuando cumplan con los mismos precios de los vehículos gestionados por estas empresas. Es una realidad que marca la agenda del transporte de pasajeros individuales en una capital que los asume necesarios para su deseo de crecimiento cultural, deportivo y económico. 

UNA SITUACIÓN DIFERENTE EN CADA COMUNIDAD

Lo cierto es que la situación del taxi cambia mucho en cada Comunidad Autónoma. La presencia, o no, de las VTC, las normativas y el índice de turismo afectan su negocio y su día a día. En cualquier caso, la realidad es que el reto es retener a un usuario que cada día está más acostumbrado a buscar la solución en una app en lugar de levantar la mano o llamar a una centralita. 

Pero la solución pasa también por conseguir un frente común. Es un reto difícil cuando hay posiciones tan extremas como las de Élite Taxi en Barcelona o la Plataforma Caracol en Madrid


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