Comentario de Tiffany Wilding, economista en PIMCO, y Libby Cantrill, jefa de políticas públicas de PIMCO, sobre el contexto que rodea a la política económica estadounidense.
A pesar de los persistentes rumores y las amenazas ocasionales del presidente, seguimos creyendo que es muy poco probable que Trump se mueva para despedir a Powell antes de que finalice su mandato en mayo de 2026. Hay razones legales, políticas y prácticas convincentes para este punto de vista.
- Restricciones legales: La barrera más importante para destituir a Powell es legal. A principios de este año, la Corte Suprema afirmó el estatus especial de la Reserva Federal como una institución cuasi-privada, cuyos gobernadores solo pueden ser destituidos por «causa», un umbral alto generalmente reservado para conductas indebidas graves como el fraude.
Si bien algunos legisladores republicanos han tratado de construir un caso señalando los sobrecostes en las renovaciones de edificios de la Fed, la Junta de la Reserva Federal ha respondido rápidamente con refutaciones razonables. Powell también ha pedido una revisión independiente del Inspector General e indicó en privado que impugnaría cualquier intento de destituirlo, probablemente permaneciendo en su puesto mientras se litiga el asunto.

- Realidades políticas: Incluso si el presidente de los EEUU pudiera destituir legalmente a Powell, hacerlo sería políticamente arriesgado y probablemente contraproducente. Todos los nominados de la Fed requieren la confirmación del Senado, comenzando con el Comité Bancario del Senado. Dado el panorama político actual, podría ser difícil para Trump obtener el apoyo unánime de los miembros republicanos del comité, especialmente si la medida se percibe como un ataque a la independencia de la Fed.
En el comité, un solo voto republicano en contra podría descarrilar una nominación. Dos miembros republicanos del Comité Bancario del Senado, Thom Tillis y John Kennedy, han dicho que se debe evitar despedir al presidente Powell, y Tillis dijo que «socavaría la credibilidad de Estados Unidos». Al igual que sus predecesores, Trump, en su primera Administración, luchó por promover a los controvertidos nominados de la Fed, con varias retiradas de alto perfil y confirmaciones fallidas en los últimos años.
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- Consecuencias económicas y de mercado: Despedir a Powell podría conllevar importantes riesgos de mercado. Las especulaciones pasadas sobre su posible destitución han llevado a tasas de interés a largo plazo más altas y caídas en los mercados de valores, resultados contrarios a los objetivos de la administración.
Destacados economistas y ex funcionarios de la Fed han advertido que tal medida podría socavar la confianza en el banco central, aumentar las expectativas de inflación y cuestionar el estatus global único de los mercados de capitales de Estados Unidos. Las consecuencias probables: curvas de rendimiento más pronunciadas, tasas más altas y un dólar más débil.
- Controles institucionales: Finalmente, como se señaló anteriormente, es importante recordar que el presidente de la Fed tiene solo uno de los 12 votos sobre el FOMC que establece la política monetaria. Incluso si Trump instalara un presidente políticamente partidista, está lejos de ser seguro que el resto del comité apoyaría un cambio dramático en la política.
Vale la pena señalar que, de los siete miembros actuales de la Junta de Gobernadores de la Fed, todos los cuales votan en el FOMC, solo dos fueron nominados durante el primer mandato de Trump, mientras que los demás fueron nominados por el presidente Joe Biden.

Trump, Powell y un retorno a una política monetaria neutral
En los próximos años, salvo un shock económico negativo inesperado o presiones inflacionarias subyacentes más preocupantes, esperamos un retorno constante a una postura de política monetaria neutral, primero bajo el liderazgo de Powell hasta mayo, y luego bajo el próximo presidente de la Fed. La independencia de la Fed, combinada con los fundamentos económicos y los controles institucionales, respalda esta perspectiva de referencia.
A corto plazo, si bien es probable que Trump continúe criticando a la Fed y abogando por tasas más bajas, no esperamos que intente despedir al presidente de la Fed. En cambio, Trump comenzará a dar forma a la Fed a través de los próximos nombramientos, comenzando con la expiración del mandato de la gobernadora Adriana Kugler en enero y la presidencia de Powell en mayo (el mandato de Powell como gobernador, distinto de su papel como presidente, se extiende hasta enero de 2028).
Quienquiera que Trump elija como próximo presidente, como cualquier líder de la Fed, tendrá que presentar un caso creíble para las decisiones de política monetaria que obtenga primero la confirmación del Senado y luego el apoyo mayoritario del FOMC. Al igual que con otras instituciones del sistema de gobierno de Estados Unidos, la Fed está estructurada con controles y equilibrios incorporados que limitan la capacidad de cualquier individuo para cambiar drásticamente su trayectoria política.