En lo que respecta a la moda laboral, pocas ideas han generado tanto debate como el famoso “uniforme” de Steve Jobs. Durante años, el fundador de Apple apostó por una fórmula simple: pantalón vaquero, camiseta negra de cuello alto y zapatillas deportivas. Una elección que no respondía a capricho, sino a una filosofía clara: reducir la fatiga de decisiones para concentrar toda su energía en la creatividad.
Hoy, esa forma de vestir minimalista resurge con fuerza entre la generación Z. En un entorno profesional marcado por la incertidumbre, el “look Steve Jobs” se está transformando en una estrategia personal que combina practicidad, profesionalismo y, para muchos, un guiño consciente al legado de Apple.
5¿Tendencia nueva o costumbre atemporal?

No todos creen que sea una novedad. Varios profesionales señalan que repetir ropa ha sido siempre una estrategia para ganar tiempo. La diferencia es que ahora se interpreta como un mensaje: una declaración silenciosa sobre la forma de entender el trabajo, la vida y el consumo.
En el caso de Jobs, vestir igual se convirtió en un símbolo de marca personal, casi tan icónico como el logo de Apple. En la generación Z, este gesto parece más una respuesta al contexto actual: crisis económica, despidos masivos y un clima laboral incierto. Aun así, la asociación con Apple y su cultura de eficiencia sigue flotando en el imaginario colectivo.