En pleno barrio madrileño de Hortaleza, Marta Sánchez ha creado un espacio que va mucho más allá de un simple hogar. Su residencia, luminosa y llena de personalidad, es el reflejo de una artista que ha sabido reinventarse tanto sobre el escenario como en su vida privada. Entre arte, diseño y recuerdos, cada rincón cuenta una historia que habla de ella.
Tras vivir durante años entre Miami y otras ciudades, Marta Sánchez regresó a España en 2018 para instalarse definitivamente en Madrid. Buscaba estabilidad, cercanía con su familia y un entorno donde sentirse en paz. Su casa no solo cumplió con esas expectativas, sino que se transformó en un refugio cargado de arte, emociones y vivencias personales.
3Espacios llenos de estilo y recuerdos

La cocina de Marta Sánchez es un claro ejemplo de su forma de entender el diseño: electrodomésticos de última generación conviven con vajillas vintage y detalles retro que aportan carácter. Una lámpara de neón en forma de corazón rompe con lo convencional y añade un toque personal y rebelde.
En el dormitorio principal, la calma manda. Tonos blancos, grises y beiges se mezclan con un mural abstracto que actúa como punto focal de la estancia. A su lado, lámparas de diseño y mesillas flotantes completan un ambiente elegante y sereno.
Uno de sus rincones favoritos es el porche cubierto que da al jardín. Amueblado con sofás de mimbre, cojines de colores y faroles oscuros, es el lugar perfecto para disfrutar de reuniones íntimas o simplemente leer un libro en silencio. Allí, lejos de los escenarios y los compromisos, encuentra momentos de verdadera desconexión.