jueves, 14 agosto 2025

Ana Obregón, sobre su nieta Anita: «Cuando nació empecé a llorar porque…»

En la sección Gossip de Merca2 seguimos la historia más personal y emotiva de Ana Obregón, quien ha vuelto a abrir su corazón para hablar de su nieta Anita y del profundo vínculo que las une. Desde hace un par de años, los veranos de la actriz han cambiado radicalmente. Aquellas imágenes en bikini en las playas de Marbella o en las costas de Los Ángeles han quedado atrás. En su lugar, este año ha protagonizado una cuidada sesión fotográfica para la revista ¡Hola!, donde aparece acompañada de la pequeña, fruto de una historia tan sorprendente como conmovedora.

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El nacimiento de Anita

En la primavera de 2023, la noticia de que Ana Obregón había sido madre por gestación subrogada recorrió todos los titulares. La sorpresa fue mayúscula cuando se supo que la niña era hija biológica de Aless Lequio, su único hijo, fallecido en 2020. Meses después, la propia Obregón explicaría que fue el deseo expreso de Aless que su hija viniera al mundo, algo que dejó por escrito antes de morir. Este gesto, cargado de significado, se ha convertido en el motor vital de Ana, que no ha dudado en defender su decisión ante las críticas.

En la citada entrevista, la presentadora no escatima en emoción al recordar el momento del nacimiento de Anita. «Cuando nació, empecé a llorar como una loca. Era tan clavadita a Aless de recién nacido que sentí que resucitaba», relata. Sus palabras transmiten la intensidad de ese instante, que ella describe como un reencuentro simbólico con su hijo. Asegura que las similitudes físicas entre padre e hija son tan evidentes que quienes dudaban de su origen han tenido que aceptar la realidad: «Es un clon. Pienso que Dios ha querido que sea así», añade con firmeza.

Lejos de esquivar las críticas que ha recibido por el procedimiento elegido, Ana se muestra reivindicativa: «Yo heredé de mi padre un cociente intelectual alto, y alguien con ese cociente de inteligencia no toma una decisión tan importante en su vida sin meditarlo mucho». Para ella, traer a Anita al mundo no fue un capricho, sino una elección profundamente meditada y respaldada por la voluntad de su hijo.

Este pasado mayo se cumplieron cinco años desde la muerte de Aless Lequio, un aniversario que Ana vivió con la misma intensidad emocional que el primer día. El joven falleció en 2020 tras más de dos años luchando contra el cáncer, y su ausencia dejó un vacío que su madre ha intentado llenar de la forma más fiel a sus deseos. Según cuenta, Aless sabía que sin su hija ella no habría podido continuar: «Él sabía que sin su hija yo me habría muerto». Estas palabras resumen la magnitud del gesto que él dejó por escrito en su testamento.

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