La cita con la ITV es, para muchos conductores, un trago amargo que hay que pasar sí o sí. Seamos sinceros: por muy bien que creamos tener el coche, siempre queda una pequeña duda, porque la inspección es un examen sorpresa del que depende que nuestro coche pueda seguir circulando. Esa tensión se palpa en la fila de vehículos, en las miradas serias de los técnicos y en el alivio casi infantil que sentimos al recibir la ansiada pegatina. Pero, ¿y si te dijera que gran parte de ese estrés se debe a fallos absurdos que podrías haber evitado en el parking de tu casa?
Pues bien, un técnico con décadas de experiencia en una estación de inspección lo confirma: la mayoría de los rechazos no vienen de averías graves en el motor o los frenos. Hay un culpable silencioso, un detalle que casi nadie revisa antes de pasar la revisión, porque el fallo más común es un detalle insignificante que cualquiera puede solucionar en su garaje con un coste mínimo. Sigue leyendo, porque conocer este secreto no solo te ahorrará un segundo viaje a la estación, sino también el dinero y el mal rato de un resultado desfavorable que se podía haber evitado con un simple gesto.
3NO ES SOLO LA LUZ: OTROS DETALLES QUE TE PUEDEN COSTAR EL «APTO»

Pero la luz de la matrícula es solo la punta del iceberg de los «fallos tontos». Hay otro gran olvidado que también puede darte un disgusto en la ITV: el sistema de limpiaparabrisas. No hablamos de las escobillas, que también se revisan, sino de algo aún más básico. A menudo, la falta de líquido en el depósito del limpiaparabrisas se considera un defecto que puede llevar a un resultado desfavorable, ya que una correcta visibilidad es un pilar fundamental de la seguridad al volante. Rellenarlo cuesta menos de un minuto y te evitará una reprimenda y un posible problema.
Siguiendo con esta lista de comprobaciones de última hora, llegamos a las ruedas. Todos sabemos que el dibujo de los neumáticos es crucial, pero hay otro factor que se nos escapa con frecuencia. Se trata de la presión, un detalle que no solo afecta a la seguridad, sino también al consumo de combustible. En una inspección, llevar los neumáticos con una presión manifiestamente incorrecta puede ser motivo de falta, pues compromete la adherencia y la estabilidad del vehículo. Una parada en la gasolinera antes de ir a la revisión obligatoria es, sin duda, una inversión de tiempo muy rentable.