La climatización mediante aire acondicionado ha comenzado a dejar de ser considerarse para el hogar un lujo, cuando este ha llegado a convertirse en un elemento casi imprescindible en los hogares españoles. Con el incremento de las temperaturas, su instalación se ha hecho tan necesaria que se asemeja a tener una lavadora o un horno en casa. Pero contar con un aparato de aire acondicionado no significa que se deba utilizar de forma óptima; de hecho, tal y como ha indicado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la mayoría de las personas suelen cometer errores considerables que afectan tanto el confort como el bolsillo pero también al medioambiente.
3CUANDO EL SENTIDO COMÚN MARCA LA DIFERENCIA SEGUN LA OCU

Más allá de regular la temperatura y del mantenimiento, son muchos los pequeños gestos cotidianos que influyen de forma decisiva en el rendimiento del aire acondicionado. Uno de los gestos más relevantes consiste en cerciorarse de que estén correctamente cerradas las ventanas y las puertas mientras el aparato está funcionando. Así, a pesar de que parece una obviedad, cometer este error es más frecuente de lo que uno pudiera pensar. Las fugas de aire frío hacen que el equipo trabaje más tiempo y gaste más energía.
Utilizar burletes para mejorar el aislamiento es una solución sencilla y muy económica con un impacto muy positivo en la eficiencia. También cerrar estores o persianas en las horas más soleadas puede ayudar, ya que contribuye a que no entre calor en casa y, por tanto, cuando el aire acondicionado actué pueda reducir la carga térmica que debe combatir.
Un error que también pone de relieve la OCU es utilizar electrodomésticos que generan calor al mismo tiempo que el aire acondicionado. Hornear un bizcocho, planchar o poner la lavadora a mediodía implica un trabajo a marchas forzadas del sistema de climatización. La solución no deja de ser sencilla, simplemente evitar estos usos en las horas más cálidas del día, y programarlos para las primeras horas de la mañana o para la noche.