lunes, 11 agosto 2025

‘Una nueva vida’: los conflictos entre los Korhan y los Sanli se agravan y las heridas del pasado siguen abiertas

Los domingos, Una nueva vida llena la pequeña pantalla de tramposas emociones, picardías, luchas entre cerebros y familias traidoras. La serie turca que emite Antena 3 ha conseguido elevar su calidad a lo más alto, gracias al descubrimiento que puede llevar a cabo al dibujar el proceso de las relaciones familiares, el amor a la fuerza, las heridas del pasado, etc. En el centro de este relato palpitan Seyran y Ferit, dos jóvenes que hemos heredado en un matrimonio denso, constituido por los cables envenenados de la tradición y la dominación.

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EL PUNTO MÁS OSCURO DE LA RELACIÓN

EL PUNTO MÁS OSCURO DE LA RELACIÓN
Fuente: Antena3

La conexión entre Seyran y Ferit parece haber llegado a su etapa más oscura de todas, caracterizada por celos, traiciones y silencios quebrados. Aquella relación que era simplemente una unión forzada ha recorrido todas las emociones posibles, y, en este punto, el amor ha dado paso a la decepción. En el episodio 49, los espectadores son testigos de una de las escenas más duras, hasta ahora: Ferit irrumpe en el edificio donde vive Seyran, fuera de sí tras enterarse de que vive con otras personas.

Esto que se cuenta en la escena nos da la idea de que su relación ha acabado una vez y para siempre, y también que una nueva Seyran ha empezado a nacer a partir de aquel momento y gracias a todo el apoyo que recibe de sus compañeras de la universidad; un nuevo comienzo para construir la vida al margen de las cadenas de la familia de la que es hija; ella ya no es la chiquilla obediente obligada a obedecer, es una mujer que elige su vida a pesar de que eso conlleve su ruptura con todo lo anterior. Ferit la contempla desde la distancia, atrapado en su arrepentimiento, mientras ella le impone que le deje conservar su orgullo. La ruptura no afecta solo a ellos dos.

También empieza a afectar a toda la familia, muy especialmente a la madre y a la hermana, Gülgün y Asuman, quienes encuentran al padre acompañado por Dicle, lo que conlleva una explosión familiar con consecuencias que son irreversibles. Y cuando Seyran descubre a Orhan e Ifakat, a Halis se le suben los colores y acaba por expulsar a todos de la mansión, la familia, de la primera a la última, empezando por su mujer y terminando con su hija, pasando por su yerno.

Todo esto en «Una Nueva Vida», todo aquello que ellos pensaban endosarse recíprocamente, ahora se convertía en el máximo escándalo del que sólo van a salir mal parados. Y en la explosión de la familia, Suna va a encontrar la plasmación de lo que nunca antes había hecho y lo hace, como ya sabemos, en un giro sorprendente de los acontecimientos: echa a Kazim de su propia casa. Kazim ya no tiene sitio en la casa familiar; el ciclo ha acabado; ahora ya no queda familia; la familia no existe.


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