Las escuchás, te llenan los oídos y se quedan en tu cabeza a vivir. Algunas canciones te traspasan como flechas y te siguen a cualquier sitio donde vayas. Pero, ¿por qué ocurre esto? Aunque pueda parecer algo anecdótico y cotidiano, tiene una explicación científica.
La ciencia lleva años tratando de comprender por qué algunas canciones se quedan atrapadas en la mente como un eco involuntario e infinito. Y sí, hay razones. En este artículo, exploramos la ciencia detrás de este curioso fenómeno que nos conecta de forma involuntaria con la música.
2Canciones pegadizas: una cuestión de estructura (y de cerebro)
No todas las canciones tienen la capacidad de convertirse en earworms. Algunas simplemente pasan, y otras se quedan. ¿Por qué? La respuesta, según los expertos, es una mezcla de psicología, neurociencia y composición musical. En 2016, la musicóloga Kelly Jakubowski, de la Universidad de Durham, lideró un estudio con más de 3.000 canciones para entender qué tienen en común esos temas que se nos graban en la cabeza sin avisar.
Los resultados fueron reveladores: las canciones que tienden a quedarse pegadas tienen estructuras simples, tempos moderadamente rápidos y melodías fáciles de recordar. No hablamos de temas complejos o sofisticados, sino de aquellos que son fácilmente tarareables. Según Jakubowski, estas canciones comparten lo que se llama “contornos melódicos comunes”, es decir, patrones que nuestro cerebro reconoce, almacena y reproduce con facilidad.
Entre las canciones más citadas como earworms por los participantes del estudio (en su mayoría británicos y angloparlantes) están clásicos del pop reciente como:
- “Bad Romance” – Lady Gaga
- “Can’t Get You Out of My Head” – Kylie Minogue
- “Don’t Stop Believin’” – Journey
- “Somebody That I Used to Know” – Gotye
- “Moves Like Jagger” – Maroon 5
- “California Gurls” – Katy Perry
- “Bohemian Rhapsody” – Queen
- “Alejandro” – Lady Gaga
- “Poker Face” – Lady Gaga
Como ves, algunas artistas —como Lady Gaga— parecen tener la fórmula perfecta. Pero más allá del ritmo o el idioma, estas canciones tienen algo en común: son fáciles de recordar y difíciles de olvidar.