En el nuevo episodio de Valle Salvaje, una ruptura en la narración: el drama alcanza su máxima expresión cuando los secretos más ocultos empiezan a dar la cara. La calma que parece llenar al valle, resulta ser, sólo eso, calma antes de la tormenta. La boda de José Luis y Victoria a sólo 24 horas echa a temblar los cimientos de las dos casas. Pero la atención no se centra sólo en el altar, sino también (y sobre todo) en lo que acontece fuera del alcance de las miradas: un encuentro amoroso entre Adriana y Rafael es de repente (y sin esperarlo) interrumpido y descubierto.
2UNA BODA ENTRE ENEMIGOS EN VALLE SALVAJE

Mientras el reloj avanza con inevitable lentitud hacia la boda de José Luis y Victoria, se vuelve irrespirable. La ceremonia, lejos de acabar con un con un emparedado, promete convertirse en una suerte de campo de batalla diplomático, en la que los novios creen haber maniobrado con éxito para engañar a Mercedes y Bernardo, cabecillas de la Casa Pequeña, cayendo sin querer en un gran error: subestiman la profundidad de la herida que aún supura.
La tensión en «Valle Salvaje» se respira en cada rincón de la finca. En las cocinas, los murmullos se escuchan más afilados que los cuchillos; entre las sirvientas, el nerviosismo es palpable. La unión de José Luis y Victoria, que tenía que sellar una época de dominio, se resquebraja antes de que suene el “sí, quiero”. En Valle salvaje, el poder no se entrega: se conquista. El enemigo, en ocasiones, no llega a presentar batalla de espada en mano, sino que puede llegar con una sonrisa y una copa de vino.
Mercedes, un personaje importante en este juego de ajedrez, ha decidido realizar la jugada mortal, esto es, no asistir a la boda. Pero no lo dirá hasta el último instante. Su no-asistencia no será discreta, sino un golpe directo a la imagen de los novios. «Quiero que todo el mundo lo vea en el momento en que crean que han ganado», declara sin calidez. Bernardo, para variar, está en una encrucijada, no sabe hasta donde puede llegar la pelea si su esposa ejecuta ese plan. Pero ella está decidida.