jueves, 7 agosto 2025

Esta ruta de senderismo te lleva a un puente natural de 50 metros: y está prohibido pasarlo sin casco

Esta espectacular ruta de senderismo te descubre uno de los secretos geológicos mejor guardados del norte de España, un lugar donde la naturaleza ha esculpido la roca con la paciencia de un artesano milenario. Imagina caminar por un cañón frondoso, siguiendo el murmullo de un río que te guía hacia una sorpresa mayúscula. No hablamos de una cascada cualquiera ni de un mirador concurrido, sino de algo mucho más imponente, una formación que desafía la imaginación. Y es que la joya de la corona es un impresionante puente natural de casi 50 metros de altura, un arco de piedra perfecto suspendido sobre el vacío. Una maravilla que, sin embargo, esconde un aviso importante para cualquier aficionado a esta excursión por la naturaleza.

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El verdadero gancho de este paraje no reside únicamente en su belleza sobrecogedora, sino en el aura de aventura y respeto que impone. Al llegar, una señalización clara advierte del peligro y de una norma inquebrantable que añade un punto de emoción a la jornada: es obligatorio el uso de casco para cruzarlo. No es una recomendación, es una exigencia. ¿Te pica la curiosidad? Sigue leyendo, porque te vamos a desvelar todos los detalles de esta caminata por La Rioja que combina el asombro con una dosis de adrenalina controlada, donde la normativa es clara y se debe a un riesgo real de desprendimientos. Una experiencia de senderismo que te hará sentir como un auténtico explorador.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE LA RIOJA

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Cuando uno piensa en La Rioja, la mente vuela casi de inmediato a viñedos infinitos, bodegas centenarias y copas de vino tinto. Pero esta tierra esconde mucho más. Lejos de las rutas enológicas más trilladas, existe una Rioja salvaje, montañosa y vibrante que espera a ser descubierta por quienes calzan las botas y se lanzan a los caminos. Hablamos de valles profundos, bosques de hayas y robles y ríos de aguas cristalinas que modelan el paisaje. Es en este contexto donde se enmarca esta aventura pedestre, una propuesta que te aleja del bullicio para sumergirte en un escenario casi primigenio, donde aquí el protagonista es el paisaje agreste y la fuerza del agua. Un plan perfecto para redescubrir la región.

El epicentro de esta maravilla es el valle del río Najerilla, una arteria fluvial que ha sido clave en la configuración de la orografía local. Este río, famoso entre los pescadores de truchas, es también un arquitecto implacable. Su curso ha creado cañones y desfiladeros que son un paraíso para los amantes de la geología y la fotografía. Es aquí donde una buena jornada de senderismo se convierte en una lección magistral sobre el paso del tiempo y la erosión. Piensa por un momento en la historia que cuentan estas rocas, en los millones de años de trabajo constante. Porque este tipo de senderismo te conecta con la historia geológica de la península y te hace sentir una parte minúscula y privilegiada de ella.

¿CÓMO SE FORMÓ ESTA MARAVILLA GEOLÓGICA?

La pregunta surge de forma inevitable al contemplar el Puente Natural de Navarrete: ¿cómo es posible que exista algo así? La respuesta no tiene nada de mágico, pero sí mucho de fascinante. Es el resultado de un larguísimo proceso de erosión kárstica. El agua del río Najerilla, cargada de dióxido de carbono, fue disolviendo poco a poco la roca caliza, buscando siempre el camino más débil. Primero se formó una cueva subterránea por la que el río discurría. Con el paso de los eones, el techo de esa cueva se fue derrumbando en diferentes puntos, dejando en pie únicamente el arco más resistente y espectacular. Por eso, el río Najerilla ha estado esculpiendo pacientemente la roca caliza durante milenios hasta crear esta obra de arte.

Lo que hoy vemos es, por tanto, el vestigio de una antigua bóveda cavernosa. Un arco monumental que nos recuerda la fragilidad de la piedra frente a la constancia del agua. Si te acercas, podrás apreciar las diferentes capas de sedimento, las texturas y las grietas que narran su historia. No es un puente construido por el hombre; es un monumento vivo, en constante aunque imperceptible cambio. Esta exploración a pie te permite entenderlo de cerca, sentir su magnitud y su energía. Y es que el puente es un testimonio vivo del poder imparable de la naturaleza, un recordatorio de que las fuerzas más poderosas son a menudo las más silenciosas y persistentes.

LA RUTA PASO A PASO: PREPÁRATE PARA LA AVENTURA

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La ruta hacia el puente comienza de una manera amable, casi engañosa. El sendero parte desde una zona habilitada cerca de la carretera y se adentra en un bosque de ribera, un tramo llano y sombreado que invita a una charla relajada mientras se avanza. El sonido del río te acompaña desde el primer momento, creando una banda sonora perfecta para la caminata. Durante este primer tramo, te cruzarás con familias y paseantes que disfrutan de la belleza del entorno sin mayores complicaciones. Este trekking riojano es accesible para casi todos en su fase inicial, pero no te confíes, porque la primera parte del recorrido es un agradable paseo que te sumerge en el entorno y te prepara para lo que está por venir.

A medida que el camino avanza, el terreno comienza a cambiar. El sendero se estrecha y se vuelve más pedregoso, obligándote a prestar más atención a cada paso. Es aquí donde entiendes que esto es más que un simple paseo. El itinerario de montaña gana en emoción y exige un mínimo de preparación física y, sobre todo, de material. No te aventures con zapatillas de suela lisa o calzado de ciudad. La irregularidad del suelo y la presencia de piedras sueltas hacen imprescindible un buen agarre y protección para los tobillos. Porque, al final, un buen calzado es fundamental para afrontar con seguridad los tramos más irregulares y disfrutar plenamente de la experiencia de senderismo.

EL MOMENTO CUMBRE: UN PUENTE DONDE EL VÉRTIGO ES PROTAGONISTA

Y de repente, tras una curva del sendero, aparece. La visión del Puente Natural de Navarrete te deja sin aliento. Es mucho más grande y alto de lo que las fotos pueden transmitir. La escala es abrumadora. El arco de piedra se eleva sobre el cauce del río con una elegancia salvaje, conectando las dos paredes del cañón. Te sientes pequeño, insignificante ante semejante demostración de poder geológico. Acercarse al borde para mirar hacia abajo es un acto de valentía que pone a prueba a los más sensibles al vértigo. Es un momento de pura contemplación, de esos que se graban en la memoria. Sin duda, la sensación al asomarte es una mezcla de adrenalina, vértigo y pura admiración por el espectáculo que tienes delante.

Pero la aventura no termina con la contemplación. El verdadero reto, el que da nombre y fama a esta ruta, es cruzarlo. Y es aquí donde la señalización cobra todo su sentido. Los carteles que advierten del riesgo de desprendimientos y la obligatoriedad de usar casco no son un adorno. La roca caliza es porosa e inestable, y la caída de pequeños fragmentos es una posibilidad real. Las autoridades locales se lo toman muy en serio para garantizar la seguridad en este punto crítico del paseo por el Najerilla. Ignorar la advertencia es una temeridad que puede tener consecuencias. No te engañes, cruzarlo sin casco no es una opción, es una imprudencia que las autoridades locales prohíben expresamente para evitar accidentes.

MÁS ALLÁ DEL PUENTE: QUÉ HACER DESPUÉS DE LA RUTA

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Una vez completada la gesta, con la adrenalina todavía recorriendo el cuerpo y la tarjeta de memoria de la cámara llena, llega el momento de la recompensa. Y en La Rioja, la recompensa suele tener forma de buena mesa. La zona del Alto Najerilla está salpicada de pueblos con una oferta gastronómica excepcional, donde podrás reponer fuerzas con platos contundentes y sabrosos. Unas patatas a la riojana, unas chuletillas al sarmiento o unas alubias rojas son el combustible perfecto tras el esfuerzo. Esta ruta por La Rioja Alta no solo alimenta el espíritu aventurero. Porque seamos sinceros, la gastronomía riojana es el broche de oro perfecto para una jornada de senderismo, una forma deliciosa de conectar también con la cultura local.

El viaje no tiene por qué terminar con la comida. La comarca ofrece planes complementarios fascinantes. Puedes visitar la cercana localidad de Nájera, con su imponente Monasterio de Santa María la Real, panteón de reyes. O puedes acercarte a San Millán de la Cogolla, cuna del castellano, y visitar los monasterios de Suso y Yuso, declarados Patrimonio de la Humanidad. Esta escapada natural se convierte así en una experiencia completa que combina naturaleza, historia, cultura y gastronomía. Una inmersión total en una de las regiones más ricas y diversas de España, donde el recuerdo de ese arco de piedra suspendido en el aire te acompañará mucho después de haber vuelto a casa, la imagen imborrable de un tipo de senderismo que no se olvida fácilmente.


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