Entre las colinas ondulantes y las palmeras de Los Ángeles, se esconde una joya arquitectónica que pocos conocen en profundidad: una residencia moderna, minimalista y cargada de simbolismo. Allí, en el corazón del exclusivo barrio de Los Feliz, Brad Pitt encontró su nuevo refugio tras años de exposición mediática. Hoy, no vive solo: comparte esta particular “casa de acero” con su pareja, Inés de Ramón, alejados del ruido y cerca de lo esencial.
Lejos de las mansiones ostentosas de Beverly Hills, esta propiedad redefine el lujo desde la sobriedad, el diseño inteligente y la conexión con la naturaleza. Con una estructura que privilegia la luz natural, espacios abiertos y materiales nobles como el vidrio, el acero y la madera, Brad Pitt ha elegido algo más que una casa: ha elegido un estilo de vida. Uno donde la intimidad, la belleza serena y el equilibrio cobran protagonismo.
3Lujo natural: el paraíso privado de Brad Pitt e Inés de Ramón

Donde la arquitectura termina, comienza el paisaje. Y en esta mansión de Los Feliz, el entorno es casi un personaje más. Rodeada de vegetación tropical cuidadosamente diseñada, la casa se abre a un amplio jardín que funciona como extensión del espacio vital.
Una piscina central de estilo minimalista refleja la arquitectura del hogar y se convierte en el punto focal del exterior. No muy lejos de ella se encuentra un sauna independiente, un detalle que denota el cuidado por el bienestar y el descanso. También hay una chimenea doble —visible desde el interior y el exterior—, perfecta para las frescas noches angelinas.
Uno de los rincones más llamativos es el jacuzzi revestido en madera de secuoya. Este detalle aporta un toque rústico a la estética general, logrando una fusión perfecta entre naturaleza y diseño contemporáneo. Para Brad Pitt, conocido por su interés en la arquitectura y el diseño —incluso ha trabajado con figuras como Frank Gehry—, cada detalle parece haber sido elegido con intención.