Desde el pasado domingo 3 de agosto, nuestro país ha sido invadido por una nueva y potente ola de calor que mantiene en alerta a gran parte del territorio. Las temperaturas diurnas superan los registros normales por entre cinco y diez grados, según ha advertido la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y todo indica que este episodio extremo no será pasajero.
La incertidumbre reina entre expertos y las personas a pie. ¿Cuándo cederá el sofocante calor que parece haberse instalado sin invitación? Las previsiones hablan de un fin de semana crítico, con valores que superarán los 42 grados en algunas regiones. Pero la pregunta que se repite es solo una: ¿hasta cuándo durará esta ola de calor?
4El cuerpo humano y el calor extremo: los riesgos invisibles que debemos atender

Más allá de la incomodidad y los contratiempos que genera, esta ola de calor representa un riesgo real para la salud pública. Las temperaturas por encima de los 40 grados pueden provocar golpes de calor, deshidratación, fatiga e incluso alteraciones cardiovasculares en personas vulnerables.
Los expertos recomiendan prestar especial atención a niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas. Es fundamental mantenerse bien hidratado, evitar la exposición directa al sol entre las 12 y las 18 horas, y utilizar ropa ligera. También es aconsejable limitar las actividades físicas intensas y permanecer en lugares frescos o ventilados.
Desde el Ministerio de Sanidad se han reforzado las campañas de prevención y se actualizan constantemente los avisos por temperaturas extremas. “Una ola de calor no es solo una cuestión climática, es también un desafío sanitario y social”, afirman.