Cuando Oasis anunció su gira de regreso, nadie imaginó que no solo llenarían estadios sino también barriles. Los hermanos Gallagher volvieron a los escenarios después de casi 16 años, y no solo han revivido la nostalgia noventera, sino que, de paso, están pulverizando cifras. La más insólita de todas: la de la cerveza. Según datos oficiales, cada noche en Wembley se consumen cerca de 250.000 pintas, una cifra tan impresionante como su legado musical.
Si se tiene en cuenta que cada uno de los shows en Londres reúne a 80.000 personas, estamos hablando de un promedio de tres pintas por espectador. Todo esto ha provocado una pequeña revolución logística: la empresa encargada del catering, Delaware North, ha tenido que improvisar zonas de almacenamiento bajo escaleras mecánicas. El fenómeno, que mezcla música, emoción y una sed colectiva pocas veces vista, no solo habla de una gira histórica, sino de una marca difícil de alcanzar.
1Una vuelta que rompió más que corazones

El regreso de Oasis a los escenarios no solo ha conmovido a sus fans más leales: también ha dejado números que invitan al asombro. La gira Oasis Live ’25 arrancó con fechas en Cardiff y Mánchester antes de aterrizar en el icónico estadio de Wembley, donde programaron cinco conciertos consecutivos, del 25 de julio al 3 de agosto.
Con localidades completamente agotadas y un entusiasmo que se respiraba desde las estaciones de metro, el grupo dejó en claro que la llama seguía viva. La sorpresa, sin embargo, no llegó del todo desde el escenario. Lo que captó la atención de la prensa británica fue el inesperado auge de consumo de cerveza.
Según el medio The Times, Delaware North, la empresa responsable de comida y bebida en Wembley, reveló que el consumo de cerveza durante los primeros tres conciertos alcanzó cifras nunca antes registradas en el recinto. No solo se trató de una muestra de euforia colectiva: también de un hito histórico en ventas.