martes, 5 agosto 2025

Amazon implementa su robot un millón… mientras recorta un 4,7% su plantilla

Hace unos 15 años, Amazon dio un giro trascendental para su negocio: comenzó a incorporar robots en sus colosales centros de distribución. Desde entonces, la automatización de sus almacenes no solo ha sido imparable, sino que se ha acelerado con el paso del tiempo. Así, si en la primera década desplegó unos 350.000 autómatas, en los últimos cuatro años ha duplicado esa cifra hasta alcanzar recientemente el millón. En paralelo a este sprint —iniciado en 2022— la plantilla total de la compañía se ha reducido un 4,7%.

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Las últimas cuentas trimestrales, presentadas a finales de la semana pasada, no dejaron indiferente a nadie. Especialmente a los inversores, que castigaron a la acción con una caída del 8,3%. ¿El motivo? La evolución de uno de sus pilares estratégicos: AWS, el negocio en la nube. El crecimiento de ingresos no solo fue menor que el del año anterior (17% frente al 19%), sino que también quedó por detrás de sus principales competidores: Azure (Microsoft) y Cloud (Google).

Pese al revés bursátil, el desempeño del resto de áreas fue notable, especialmente el negocio de marketplace. Las ventas netas del segmento de tienda digital (online stores) alcanzaron los 61.485 millones de dólares, un 11% más que en el segundo trimestre del año anterior. Aún más significativo fue el crecimiento del beneficio operativo, especialmente en EE. UU., donde se disparó un 33% en lo que va de año y un 48% solo en el segundo trimestre.

Entregas en el mismo día: la joya de la corona

Estos resultados operativos están estrechamente ligados a la automatización, una estrategia que Amazon lleva años implementando y que se ha vuelto clave en uno de los segmentos más innovadores: las entregas en el mismo día. Un proyecto pionero en el que la robotización es ya imprescindible, como reconoció el director ejecutivo, Andy Jassy.

«Establecimos otro récord mundial de velocidad en el segundo trimestre. Entregamos un 30% más de artículos el mismo día o al siguiente que durante el mismo periodo del año pasado», afirmó Jassy durante la presentación de resultados. Además, anunció planes para expandir este servicio a decenas de millones de clientes en EE. UU., abarcando más de 4.000 ciudades, pueblos y zonas rurales antes de fin de año.

Una apuesta que, según el CEO, está dando frutos: los usuarios con acceso a estas entregas compran artículos básicos «con mayor frecuencia» y a precios «significativamente más altos». Todo esto es posible gracias a la automatización, que —en palabras de Jassy— «contribuye de forma importante a la mejora de la rentabilidad».

De humanos a máquinas: la revolución silenciosa

Parte de esa rentabilidad proviene, inevitablemente, de sustituir tareas humanas por robots. Amazon ha perfeccionado un modelo en el que autómatas, en lugar de personas, recorren las estanterías seleccionando productos. Ahora, ese proceso se ha extendido a casi todas las fases logísticas, gracias a una creciente colección de prototipos que ya funcionan en sus instalaciones.

Entre ellos destaca Sequoia, que identifica y almacena el inventario un 75% más rápido que los métodos anteriores. Durante el envío, entra en acción Hércules, encargado de buscar y transportar lotes de productos. Ambos robots ya estaban en uso antes de la pandemia, pero desde entonces se han sumado nuevos modelos que han disparado el grado de automatización.

Amazon
Robot modelo Sparrow de Amazon.

En 2022 debutaron Robin, Cardinal y Proteus. Robin lanza los paquetes embalados hacia el muelle de carga; Cardinal, un brazo robótico, levanta paquetes, lee etiquetas y los deposita con precisión en el GoCart correspondiente; y Proteus transporta carros con paquetes hasta la zona de carga.

Los últimos prototipos se introdujeron en 2023: Titán, capaz de mover objetos aún más pesados que Hércules, y Sparrow, que identifica, selecciona y clasifica productos individuales para entregarlos al personal humano antes de su empaquetado.

Pero quizá el avance más decisivo sea el desarrollo de máquinas de embalaje automatizado, que resuelven uno de los principales cuellos de botella del proceso. Hasta ahora, la preparación de paquetes requería mano de obra intensiva, especialmente en picos de demanda, debido a la diversidad de productos —formas, tamaños, pesos—. Las nuevas tecnologías permiten fabricar embalajes a medida, eliminando el exceso de material y reduciendo la necesidad de personal.

¿Más robots que empleados?

Estos avances ya se dejan sentir en la fuerza laboral. Aunque Amazon ha aumentado su plantilla por el crecimiento de sus distintas líneas de negocio, los efectos de la automatización son visibles. La cifra total de empleados se sitúa un 4,7% por debajo del pico alcanzado en 2022, cuando la robótica vivió su gran acelerón. Además, se han suavizado los picos estacionales de contratación gracias a los progresos en embalaje.

La tendencia no se detiene ahí. Amazon ya está integrando inteligencia artificial en sus procesos. El sistema DeepFleet, por ejemplo, ha mejorado un 10% la eficiencia del desplazamiento de robots dentro de los almacenes. Todo apunta a que, más pronto que tarde, Amazon alcanzará un hito histórico: tener más robots que empleados humanos. Un cambio de paradigma que marcará un antes y un después en la historia de la logística, la automatización… y el empleo a escala global.


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