Lo que prometía ser un verano de desconexión familiar en la Costa del Sol se está transformando en una auténtica pesadilla mediática para Terelu Campos y Alejandra Rubio. Ambas se encuentran disfrutando de unos días de vacaciones en Málaga, acompañadas por Carlo Costanzia y el bebé de la pareja, además de la propia Terelu, pero la presencia constante de cámaras, titulares y opiniones ha generado un profundo malestar en el entorno de las colaboradoras. Tanto es así que madre e hija se plantean muy seriamente cortar toda relación con la prensa, hastiadas por una situación que califican como “difícil” y que está tensando cada vez más su vínculo con el entorno mediático.
3Una situación muy complicada

En medio de este panorama, el entorno mediático sigue analizando cada palabra y gesto, mientras madre e hija se distancian cada vez más del foco, con la intención de proteger lo poco de intimidad que les queda. Si bien aún no han dado el paso definitivo de romper públicamente con los medios, el tono de sus declaraciones y su actitud de los últimos días indican que esa posibilidad está sobre la mesa. “Una situación difícil” es la forma que ambas han usado para referirse a este momento de su relación con la prensa, y si algo parece claro, es que su paciencia está llegando a su fin. En un verano que prometía calma, la presión mediática ha vuelto a hacer mella en una de las sagas familiares más expuestas del panorama televisivo. Y esta vez, puede que la ruptura con la prensa sea definitiva.
De confirmarse esta ruptura, sería un cambio de rumbo sin precedentes para dos figuras que han crecido bajo el foco público y cuya vida ha estado siempre entrelazada con los medios de comunicación. Terelu Campos, heredera del legado mediático de María Teresa Campos, y Alejandra Rubio, rostro emergente de la nueva generación televisiva, podrían estar marcando el inicio de una nueva etapa en la que la sobreexposición ya no tenga cabida. La presión acumulada, las críticas constantes y la falta de respeto hacia sus momentos personales parecen haber agotado definitivamente su paciencia. Y aunque han sabido jugar durante años con los límites entre lo privado y lo público, todo indica que están decididas a tomar distancia, proteger su intimidad y priorizar su bienestar familiar frente al espectáculo constante del corazón.