Leganés atraviesa una gran crisis en materia de acceso a la vivienda. Este municipio del sur de Madrid, con más de 185.000 habitantes, se ha convertido en el lugar de España con menor disponibilidad de viviendas: tan solo 0,4 inmuebles libres por cada 1.000 habitantes.
Esta cifra es la más baja del país, y refleja una tensión habitacional sin precedentes que golpea especialmente a los jóvenes y a las familias con menos recursos. Este dato de disponibilidad, que sitúa a Leganés por debajo incluso de grandes ciudades como Madrid o Barcelona, se ve agravado por la escalada continua de precios tanto en compra como en alquiler.
Según datos de Idealista, en mayo de 2025, el precio medio de venta en Leganés alcanzó los 2.731 euros por metro cuadrado, un 21,9% más que hace un año (cuando estaba en 2.240 €/m²). Con esta cifra, el municipio no solo ha superado los valores previos al estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008, sino que marca un nuevo máximo histórico.
El alquiler tampoco ofrece alivio. En julio de 2025, el precio medio se sitúa en 13,1 €/m², con una subida interanual del 7,5%. Esta presión hace que, para muchos vecinos, vivir en Leganés ya no sea una opción viable. Se ha generado un ‘efecto fuga’ que empuja a los residentes hacia otros municipios como Móstoles o Fuenlabrada, donde la oferta es algo mayor y los precios, aunque también al alza, siguen siendo más contenidos.
UNA OFERTA QUE NO RESPONDE A LA DEMANDA
El principal problema de Leganés es estructural: la falta de suelo disponible, el encarecimiento de materiales de construcción y una demanda sostenida y creciente están provocando un fuerte desequilibrio. El municipio apenas cuenta con 3,83 viviendas libres por cada 1.000 habitantes, según el Barómetro de Tensión Inmobiliaria de iAhorro. Aunque esta cifra mejora respecto a enero (cuando era de solo 2,62), sigue muy lejos de la media nacional, situada en 15,33.
Este desequilibrio tiene efectos visibles. El precio medio de una vivienda de 100 metros cuadrados ha pasado de 235.500 euros en enero a 238.900 euros en julio, y la competencia por las pocas viviendas disponibles se traduce en procesos de compra o alquiler extremadamente rápidos, sin margen de negociación.
NUEVAS VIVIENDAS
Ante esta situación, el equipo de gobierno municipal, liderado por el alcalde Miguel Ángel Recuenco (PP), ha presentado recientemente el proyecto urbanístico más ambicioso de las últimas décadas: la creación de un nuevo barrio llamado Puerta de Madrid, que estará ubicado entre Leganés Norte y el arroyo Butarque.
El plan contempla la construcción de 3.800 viviendas en una superficie de más de un millón de metros cuadrados, de los cuales un 40% se destinará a zonas verdes y espacios públicos. Dentro de este desarrollo, se incluyen 1.500 viviendas del Plan Vive de la Comunidad de Madrid, destinadas al alquiler asequible para jóvenes, 1.500 viviendas libres de promoción privada y 800 viviendas de protección pública.

Este barrio, parte del programa ‘Leganés 25-40’, se desarrollará bajo un modelo consorciado que contará con la participación del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y promotores privados, con el objetivo de agilizar su ejecución. Sin embargo, el horizonte temporal es de entre 8 y 10 años, lo que no resuelve el problema de acceso inmediato a la vivienda.
La crisis habitacional que golpea a Leganés no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de una problemática mayor que se extiende por toda la Comunidad de Madrid. Municipios tradicionalmente considerados como ciudades dormitorio, como Getafe, Móstoles, Fuenlabrada o Parla, están experimentando presiones similares, impulsadas por la escasez de oferta en la capital y la migración interna de familias que buscan precios más accesibles en la periferia.