Durante mucho tiempo, el acceso sin publicidad a YouTube era un lujo reservado para quienes estuvieran dispuestos a pagar la cuota mensual del plan Premium. Sin embargo, una reciente estrategia ha cambiado las reglas del juego. Desde este mes, los usuarios españoles pueden optar por una alternativa más accesible: Premium Lite, un nuevo modelo de suscripción pensado para quienes buscan una experiencia sin interrupciones, pero a un precio más moderado.
Este nuevo plan, que ya fue probado en mercados como Estados Unidos y Alemania, llega a nuestro país con una promesa clara: eliminar los anuncios de los vídeos sin incluir todas las ventajas de la versión completa. Su precio es de 7,99 euros al mes, un importe considerablemente inferior a los 13,99 euros del plan Premium completo. Pero, ¿realmente merece la pena esta nueva suscripción? Lo analizamos en profundidad.
1Premium Lite: el nuevo escalón que redefine la experiencia en YouTube

YouTube ha dado un paso importante en su estrategia comercial al introducir Premium Lite, un modelo intermedio que apunta a captar a ese público que no termina de decidirse por el paquete Premium. El objetivo es claro: ampliar la base de suscriptores sin comprometer su modelo de ingresos publicitarios.
La propuesta de valor es muy concreta: Premium Lite elimina los anuncios de todos los vídeos subidos por creadores de contenido, pero no los suprime en la sección musical ni en YouTube Music. Tampoco ofrece reproducción en segundo plano ni la posibilidad de descargar vídeos para verlos sin conexión. En esencia, es un plan para quienes consumen vídeos estándar, pero no están interesados en el apartado musical de la plataforma.
Esta decisión no es casual. Según fuentes internas de Google, se detectó un segmento significativo de usuarios que apenas utiliza YouTube como plataforma musical. Para ellos, pagar la tarifa completa del plan Premium simplemente no tenía sentido. Con Premium Lite, YouTube les ofrece una opción adaptada a sus hábitos, que mantiene la esencia de la experiencia sin interrupciones, pero recortando algunas funcionalidades que muchos no consideran prioritarias.