En el veterano palacio que atesora los pasillos más ancestrales de la historia del palacio más emblemático del Valle de los Pedroches, el paso del tiempo no borra las huellas de quienes dejaron huella; con su cuarta temporada ya en antena, ‘La Promesa’ se mantiene firme en la lista de grandes referencias de la ficción española; pero mientras los nuevos conflictos avanzan, el eco de aquellos personajes echados al olvido se hace presente en cada rincón del castillo; la posibilidad de su regreso no es una quimera: es un riesgo presente que podría convertir en añicos el tablero.
2EL REGRESO DEL MAL ABSOLUTO
Ignacio de Ayala es, sin duda alguna, uno de los grandes antagonistas que han pasado por los salones de La Promesa. Conde, manipulador y siempre con una ambición que busca disfrazarse de buenas maneras, logró ser el eje de diferentes tramas que no necesitaban estar siempre en primer plano. Su relación con Petra, su relación sanguínea con Feliciano y sus planes de matrimonios con Margarita le permitieron convertirse en uno de los grandes personajes de La Promesa.
Fue superado por la firmeza de Martina y las intrigas de Petra, pero su sombra sigue proyectándose con fuerza en la historia. Existen teorías que afirman que él podría ser la persona detrás de la muerte de Jana, timonando desde la sombra a través de intermediaros como Jacobo, el prometido de Martina. En caso de que fuese cierto, su regreso sería inevitable, y un nuevo ciclo de intrigas se concretaría.
En su compañía (o ante ella, como ocurre entre villanas), podría asomar Elisa de Grazalema, mujer que hace temblar a la misma Cruz y que de un tiempo a esta parte fue la primera dueña del palacio, pues no sólo fue una cruella, sino también una meticulosa, ambiciosa y peligrosamente temible.
En el fondo, intuyen que su salida no es definitiva, y de hecho, ha sido mencionada hace poco en una conversación Alonso con Lorenzo; es un sinfín de animaciones que parecen preparar su regreso, justo en el momento en el que Cruz no está para entorpecerla. En tal ausencia, Leocadia podría ser la última víctima de sus maquinaciones. Volverá Elisa a reclamar lo que considera que debía ser suyo y a enfrentarse, en este momento sin cruz, a los De Luján?
