domingo, 3 agosto 2025

Los mecánicos expertos llevan la contraría a la DGT que recomienda llenar el depósito antes de iniciar tu viaje

Con cada operación salida, la Dirección General de Tráfico (DGT) hace la presentación de algunas recomendaciones para poder garantizar la seguridad vial. Entre ellas, y una de las más repetidas, es la recomendación de llenar el depósito de combustible antes de hacer ningún desplazamiento largo, una recomendación que muchos conductores dan casi por hecho, como si se tratara de una norma no escrita, pero que expertos de la mecánica ponen de manifiesto y critican invitando a indagar más sobre sus implicaciones.

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LA COMODIDAD MAL ENTENDIDA

Fuente: Freepik

Entendemos el instinto de la DGT: para no naufragar debido a unas erradas expectativas sobre la disponibilidad del carburante, hay que reservar combustible antes de un viaje largo. La advertencia de la DGT, en buena medida, apela al sentido común. Siempre conviene tener suficiente carburante para los embotellamientos, los desvíos o las emergencias; , pero existe una delgada línea entre ser preventivo y caer en el exceso contraproducente.

El error no está en salir con el depósito de combustible a un nivel medio o incluso a un nivel pleno, un nivel razonable. Hay un problema distinto al «ir a llenarlo hasta la boca», como dicen los mecánicos, en el contexto de unos sistemas de ventilación y expansión del coche que ya están indicados. El esfuerzo por unos litros extras que superan al clic de seguridad del surtidor, en definitiva, pueden ser más perjudiciales que buenos.

Y en una red de carreteras cada vez más repleta de gasolineras y aplicaciones móviles que nos avisan en tiempo real del precio más bajo, llega el momento en que la necesidad de llevar el depósito a tope deja de tener toda la razón de ser. Bastará con un nivel prudentemente moderado, que permita llegado el caso recorrer hasta la siguiente gasolinera.

Desde un punto de vista práctico, diversos expertos aseguran que se puede mantener el nivel del depósito entre un cuarto del mismo y tres cuartas partes del total. Mantiene una reserva suficiente como para actuar con tranquilidad ante la eventualidad de tener que hacerlo sin castigar el vehículo y, en consecuencia, el bolsillo. Es un equilibrio que contrarresta las necesidades del desplazamiento con la integridad del sistema.

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