Con cada operación salida, la Dirección General de Tráfico (DGT) hace la presentación de algunas recomendaciones para poder garantizar la seguridad vial. Entre ellas, y una de las más repetidas, es la recomendación de llenar el depósito de combustible antes de hacer ningún desplazamiento largo, una recomendación que muchos conductores dan casi por hecho, como si se tratara de una norma no escrita, pero que expertos de la mecánica ponen de manifiesto y critican invitando a indagar más sobre sus implicaciones.
2RIESGOS MECÁNICOS SEGÚN LA OCU

Aparte de los motivos económicos, existen cuestiones mecánicas según la DGT que deberían hacernos pensar dos veces antes de apurar la manguera del surtidor. Uno de los problemas más habituales es el derrame de combustible a través de la válvula de seguridad situada en la parte del tapón del depósito; este mecanismo, realizado con tal determinación para liberar presión, se puede encontrar expeliendo carburante cuando el coche toma en curva cerrada el depósito lleno.
Esta cantidad de combustible derramado no solo es un derroche en términos económicos, sino que, al escurrirse por el pequeño conducto que existe al lado del neumático trasero, está generando inseguridad. Incluso puede dañar un gran número de componentes del sistema. La presencia de carburante en lugares no preparados para el mismo puede llegar a comprometer hasta elementos plásticos, juntas y componentes del sistema de escape.
Esto no es todo. Los coches actuales equipan un dispositivo que de bien seguro ya conocéis: el canister, que es nada más que una especie de filtro de carbón activo cuya misión consiste en recoger los vapores del combustible, llevando acabo el proceso como para los gases no accedan al interior del coche o, para evitarlo, los liberen a la atmósfera.
Cuando llenamos el depósito hasta que rebose, el líquido del combustible puede acabar metido en el canister, cosa para la que no está preparado, con lo que esto podría dañar este componente que en algunos vehículos, llegar a tener un coste de reparación para su sustitución que puede llegar por encima de los 400 euros. La zona de expansión de gases del depósito no debe llenarse jamás de combustible líquido, no es que se trate de un simple consejo sino que es una cautela mecánica que podría evitar muchas visitas en vano a los talleres.