sábado, 2 agosto 2025

El truco de la ITV para que no te fallen los faros en el examen

La cita con la ITV es, para la mayoría de los conductores españoles, un examen que se afronta con una mezcla de resignación y nerviosismo. Revisamos los niveles de aceite, la presión de los neumáticos y nos aseguramos de que no haya ninguna luz de avería encendida en el cuadro de mandos. Sin embargo, en esta liturgia previa, a menudo pasamos por alto uno de los elementos que más suspensos inesperados provoca: los faros. El progresivo amarillamiento del plástico que los recubre es un enemigo silencioso que reduce drásticamente su eficacia y que se ha convertido en una de las causas más comunes de un resultado desfavorable.

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Frente a este problema, la mayoría piensa que la única solución pasa por un costoso pulido profesional o, en el peor de los casos, por la sustitución completa de la óptica. Pero existe un truco casero, un secreto de la mecánica de guerrilla que puede salvarnos del disgusto y ahorrarnos un buen dinero. Lejos de productos químicos complejos o herramientas especializadas, la solución se esconde en nuestro cuarto de baño y tiene el poder de devolverle la vida a nuestros faros en cuestión de minutos. Un remedio tan insólito como eficaz que nos puede ayudar a pasar la ITV sin sobresaltos.

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MANOS A LA OBRA: GUÍA PRÁCTICA PARA UNOS FAROS DE REESTRENO

Fuente Pexels

Aplicar este truco es un proceso sencillo que no lleva más de quince minutos. Primero, hay que limpiar a conciencia la superficie del faro con agua y jabón para eliminar cualquier resto de suciedad o polvo. Una vez seco, es muy recomendable proteger la pintura de la carrocería que rodea el faro con cinta de carrocero, ya que el frotado podría dañar el barniz del coche. Este paso, aunque no es imprescindible, nos ahorrará posibles disgustos. Con la zona preparada, estamos listos para comenzar la operación.

Se aplica una cantidad generosa de pasta de dientes blanqueadora sobre un paño de microfibra limpio y ligeramente húmedo. A continuación, se frota la pasta sobre toda la superficie del faro con movimientos circulares y firmes, ejerciendo una presión constante. Hay que insistir durante varios minutos, notando cómo el paño se va tiñendo de un color amarillento, señal de que estamos retirando la capa oxidada. Una vez terminado, se retira el exceso de pasta con otro paño limpio y se aclara el faro con abundante agua. El resultado es una mejora de la transparencia visible al instante, un cambio que los técnicos de la ITV notarán.


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