La cita con la ITV es, para la mayoría de los conductores españoles, un examen que se afronta con una mezcla de resignación y nerviosismo. Revisamos los niveles de aceite, la presión de los neumáticos y nos aseguramos de que no haya ninguna luz de avería encendida en el cuadro de mandos. Sin embargo, en esta liturgia previa, a menudo pasamos por alto uno de los elementos que más suspensos inesperados provoca: los faros. El progresivo amarillamiento del plástico que los recubre es un enemigo silencioso que reduce drásticamente su eficacia y que se ha convertido en una de las causas más comunes de un resultado desfavorable.
Frente a este problema, la mayoría piensa que la única solución pasa por un costoso pulido profesional o, en el peor de los casos, por la sustitución completa de la óptica. Pero existe un truco casero, un secreto de la mecánica de guerrilla que puede salvarnos del disgusto y ahorrarnos un buen dinero. Lejos de productos químicos complejos o herramientas especializadas, la solución se esconde en nuestro cuarto de baño y tiene el poder de devolverle la vida a nuestros faros en cuestión de minutos. Un remedio tan insólito como eficaz que nos puede ayudar a pasar la ITV sin sobresaltos.
3EL DENTÍFRICO AL RESCATE: LA QUÍMICA OCULTA EN TU PASTA DE DIENTES

El sorprendente héroe de esta historia es un producto que todos tenemos en casa: la pasta de dientes. Pero no vale cualquiera. El truco funciona mejor con la pasta de dientes de tipo «blanqueadora», y la razón es puramente química. Estas pastas contienen pequeñas partículas abrasivas, como el dióxido de silicio o el carbonato de calcio, diseñadas para pulir el esmalte dental y eliminar las manchas superficiales. Es precisamente esta propiedad, la que la convierte en un pulimento suave pero muy efectivo para el plástico de los faros, capaz de eliminar la capa de oxidación amarillenta.
El mecanismo de acción es idéntico al de un pulimento profesional, pero a una escala mucho más suave y controlada. Al frotar la pasta de dientes contra el policarbonato, sus micropartículas actúan como una lija de grano finísimo, eliminando la capa deteriorada y devolviendo la transparencia al material. Las pastas en formato gel suelen ser menos efectivas porque contienen menos agentes abrasivos. Por tanto, la clásica pasta blanca y opaca, es la candidata ideal para esta tarea de restauración de emergencia antes de acudir a la ITV. Es un pulido de bajo coste en toda regla.