La OCU ha lanzado una advertencia que resuena con fuerza en miles de hogares españoles, poniendo el foco en un producto que se contrata buscando seguridad y que, en muchos casos, puede convertirse en una fuente de frustración y desamparo. Hablamos de los seguros de hogar, concretamente de ciertas pólizas comercializadas de forma masiva por las entidades bancarias que, bajo una apariencia de cobertura total, esconden exclusiones críticas. Lo que se vende como un escudo protector para nuestro bien más preciado, la vivienda, puede terminar siendo un paraguas lleno de agujeros justo cuando arrecia la tormenta, dejando a los clientes desprotegidos ante siniestros muy comunes.
Este aviso de la OCU no es baladí, sino el resultado de un análisis exhaustivo que destapa una práctica comercial preocupante. El problema no reside en el seguro de hogar en sí, sino en la letra pequeña de productos diseñados para ser competitivos en precio a costa de recortar coberturas esenciales. La organización de consumidores señala directamente a tres tipos de pólizas que son, en la práctica, un verdadero timo, pues la póliza falla precisamente en los siniestros más comunes y costosos para una familia. Comprender cuáles son estas trampas y cómo identificarlas es fundamental para no llevarse las manos a la cabeza cuando más se necesita el respaldo de la aseguradora.
3VANDALISMO Y ROBOS: CUANDO TU PÓLIZA MIRA HACIA OTRO LADO

El segundo gran agujero negro de estos seguros de hogar de dudosa calidad es la cobertura de vandalismo y, en ocasiones, la definición restrictiva de robo. Muchos clientes dan por sentado que si alguien causa destrozos en su propiedad, el seguro se hará cargo. Sin embargo, algunas pólizas comercializadas por bancos excluyen explícitamente los actos vandálicos. Esto significa que si un ladrón intenta forzar la puerta pero no consigue entrar, los daños causados en la cerradura y el marco no estarían cubiertos porque técnicamente no ha habido un robo, sino un intento o un acto de vandalismo. Lo mismo ocurre con una pintada en la fachada o la rotura de una ventana desde el exterior.
Además, la definición de «robo» puede ser muy limitada. Algunas pólizas exigen que haya signos evidentes de fuerza en los accesos a la vivienda para considerar que ha existido un robo con derecho a indemnización. La OCU señala que esto deja fuera situaciones como el hurto, donde un ladrón se aprovecha de un descuido para entrar en casa sin forzar nada. Un buen seguro de hogar debe incluir una cobertura explícita y amplia para los actos vandálicos, así como una protección adecuada frente al robo, el hurto y la expoliación, sin interpretaciones restrictivas que jueguen en contra del asegurado.