sábado, 2 agosto 2025

La ‘lista negra’ de la DGT: estos 3 modelos de coche usados tienen trampas en el kilometraje

La DGT lleva años luchando contra una de las estafas más extendidas y dañinas del mercado de segunda mano: la manipulación del cuentakilómetros. Lo que popularmente se conoce como «afeitar kilómetros» no es una picaresca menor, sino un fraude en toda regla que, según investigaciones del sector, podría afectar a casi uno de cada cuatro vehículos de ocasión con una antigüedad de entre tres y cinco años. Este engaño deliberado no solo supone un grave perjuicio económico para el comprador, sino que también entraña serios riesgos para la seguridad vial, al adquirir un coche con un desgaste real muy superior al que marcan sus indicadores.

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La compra de un coche usado es un momento de ilusión para muchas familias, pero también de incertidumbre. La confianza en el vendedor es clave, y es precisamente ahí donde los estafadores encuentran su caldo de cultivo. La tentación de rebajar 50.000, 100.000 o incluso más kilómetros del odómetro es demasiado grande para quienes buscan un beneficio rápido y fácil, convirtiendo una aparente ganga en una futura ruina mecánica y económica para el comprador desprevenido. Por ello, conocer las trampas y, sobre todo, los perfiles de vehículos más susceptibles a esta manipulación, es la mejor defensa que puede tener el consumidor.

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LA DGT AL ACECHO: CÓMO TRÁFICO INTENTA FRENAR LA ESTAFA

Fuente Pexels

Frente a esta epidemia de fraude, la Dirección General de Tráfico se ha convertido en el principal aliado del comprador. La clave para desenmascarar el engaño se encuentra en el historial del vehículo que registra el organismo. Cada vez que un coche pasa la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), la estación está obligada a anotar el kilometraje en el momento de la inspección y a comunicarlo telemáticamente a la DGT. Esta información se va almacenando cronológicamente, creando un rastro imborrable del uso real del coche. Por un precio módico, cualquier ciudadano puede solicitar el «Informe de Vehículo» de la DGT, que es la herramienta más poderosa que tiene el comprador para desenmascarar el engaño.

El funcionamiento de este sistema de control es sencillo pero tremendamente eficaz. Al solicitar el informe de la DGT, el comprador obtiene un listado con todas las inspecciones ITV que ha pasado el vehículo a lo largo de su vida, incluyendo la fecha y los kilómetros registrados en cada una de ellas. Si en la secuencia histórica se observa que el kilometraje ha disminuido entre una inspección y la siguiente, la estafa queda al descubierto. Salvo un error tipográfico muy evidente y puntual, cualquier retroceso en la cifra es una prueba casi irrefutable de manipulación, y una razón más que suficiente para descartar la compra de inmediato y, si es posible, denunciar al vendedor.


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