viernes, 1 agosto 2025

La ‘lista negra’ de la DGT: estos 3 modelos de coche usados tienen trampas en el kilometraje

La DGT lleva años luchando contra una de las estafas más extendidas y dañinas del mercado de segunda mano: la manipulación del cuentakilómetros. Lo que popularmente se conoce como «afeitar kilómetros» no es una picaresca menor, sino un fraude en toda regla que, según investigaciones del sector, podría afectar a casi uno de cada cuatro vehículos de ocasión con una antigüedad de entre tres y cinco años. Este engaño deliberado no solo supone un grave perjuicio económico para el comprador, sino que también entraña serios riesgos para la seguridad vial, al adquirir un coche con un desgaste real muy superior al que marcan sus indicadores.

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La compra de un coche usado es un momento de ilusión para muchas familias, pero también de incertidumbre. La confianza en el vendedor es clave, y es precisamente ahí donde los estafadores encuentran su caldo de cultivo. La tentación de rebajar 50.000, 100.000 o incluso más kilómetros del odómetro es demasiado grande para quienes buscan un beneficio rápido y fácil, convirtiendo una aparente ganga en una futura ruina mecánica y económica para el comprador desprevenido. Por ello, conocer las trampas y, sobre todo, los perfiles de vehículos más susceptibles a esta manipulación, es la mejor defensa que puede tener el consumidor.

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EL ENGAÑO OCULTO: LA EPIDEMIA SILENCIOSA DEL KILOMETRAJE FALSIFICADO

Fuente Pexels

El «afeitado de kilómetros» es una práctica mucho más sencilla y barata de lo que la mayoría de la gente imagina. Con un software específico y un ordenador portátil, talleres clandestinos o particulares sin escrúpulos pueden alterar el registro digital del cuentakilómetros en cuestión de minutos. El objetivo es claro: rejuvenecer artificialmente el vehículo para aumentar su valor de mercado. El impacto económico para la víctima es doble, ya que, por un lado, el comprador paga un sobreprecio considerable por un vehículo con un desgaste mucho mayor del que se le presenta, y por otro, se enfrentará a averías prematuras y costosas que no esperaba.

Más allá del fraude económico, la principal preocupación de la DGT y de las asociaciones de consumidores es la seguridad. El plan de mantenimiento de un vehículo se basa en su kilometraje. Si este ha sido alterado, el nuevo propietario seguirá un calendario de revisiones incorrecto, omitiendo sustituciones cruciales de elementos como la correa de distribución, los frenos o los amortiguadores. Esto significa que circulará con un coche cuyo estado real desconoce, lo que pone en grave riesgo la seguridad del conductor y sus ocupantes, además de la del resto de usuarios de la vía.

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