jueves, 18 septiembre 2025

«Valle Salvaje»: El duque contrata a un matón para asustar a Luisa

Con el nuevo capítulo de Valle Salvaje, la historia llega a un punto de máxima efervescencia emocional, de máxima efervescencia dramática, que vuelve a cambiar las reglas del juego en el Valle. Años enteros de secretos, traiciones y amores imposibles desembocan esta semana en decisiones que van a marcar los destinos de sus personajes principales. Hasta la fecha de hoy, nada volverá a ser lo mismo después del miércoles 30 de julio, cuando la ficción dé el paso verdaderamente irreversible hacia el clímax de su narración.

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EL DUQUE CRUZA UNA LÍNEA PELIGROSA

Fuente: RTVE

La angustiosa preocupación de José Luis por su «linaje» en Valle Salvaje lo ha conducido de nuevo al borde del abismo. La idea de que Luisa exista como mujer de Alejo y que el pequeño Evaristo pueda ser «un Gálvez de Aguirre» es algo que no puede aceptar. Él se ve en la necesidad de actuar de un modo que recuerda los peores pasajes de su vida. La posibilidad de inquietar a Luisa mediante la contratación de un «matón» es algo que remite a su peor bolero.

La amenaza no resulta novedad. Raimunda y Atanasio ya conocen lo que sucede cuando el duque decide imponer su voluntad mediante la fuerza. Luisa es la pieza adecuada para que el duque vuelva a ser la víctima de la misma enfermedad. A espaldas de todos, José Luis urde el maleficio necesario para poner en cuestión la integridad de una mujer que sólo quiere «vivir en paz» con su «hombre».

El encargo de este «matón» –del que se sabe muy poco todavía, salvo que se relaciona con viejos y sucios trabajos del duque– viene a añadir tensión a un capítulo lleno de creciente angustia. Saben el público y el lector que cuando José Luis recurre a estos medios, el peligro es real. No es la advertencia simbólica de los «falsos» caminos, sino una amenaza concreta, brutal, capaz de cambiarlo todo.

Luisa, por su parte, es totalmente ajena al asedio que se cierne sobre ella. Ignora que en Alejo ha encontrado el refugio que tanto anhela, lo cual hace que en él encuentre por fin un amor sin piedras en el camino, un amor sin condiciones ni trampa. Pero en dicha Valle Salvaje nunca hay amor fácil. Allí cada paso que se motiva por una acción de amor parece corroborar que hay que pagar un precio, a menudo doloroso. Y esta vez el precio podría ser la propia seguridad.

Por otro lado, Alejo empieza a ver movimientos extrañas a su alrededor, él sabe que José Luis no se deja apresar fácilmente y empieza a sospechar, con ese presentimiento que caracteriza a los tipos como él, que algo está por estallar, que el reto que tiene que asumir es adelantarse al golpe antes que sea irreversible.


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