lunes, 3 noviembre 2025

La OCU desvela las diez ilegalidades más habituales que cometen bares y restaurantes y que muchos desconocemos 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha desvelado las diez prácticas más habituales que a diario perpetúan los bares o los restaurantes y que no siempre son advertidas por el cliente. Ir de tapas, ir a comer a un restaurante con los amigos o tomarse un café en la terraza son placeres del día a día que están culturalmente muy enraizados en el carácter y la vida cotidianos de los españoles. La hostelería es parte esencial del modo de vida de millones de personas. Y detrás de los aromas del café recién hecho o del tintineo de las copas de vino se dan situaciones que son poco menos que prácticas que flirtean con la ilegalidad.

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¿QUIÉN PAGA Y CÓMO?

Fuente: Freepik

Uno de los casos más delicados al realizar un acto de comida ya sea en grupo o en compañía de personas muy queridas es el pagar la cuenta. ¿Se parte entre todos los comensales y vamos saldando cuentas? ¿Paga uno solo y el resto realiza un Bizum? ¿O cada persona paga la parte que le toca? Las costumbres han ido cambiando de acuerdo al uso del dinero, y en consecuencia también muchas nuevas controversias legales.

La OCU apunta que un local puede obligar a efectuarse el pago en una sola transacción, pero sólo si se ha hecho una reserva conjunta. Es decir, si se ha hecho una reserva con nombre de un grupo y no por comensales individuales, el establecimiento sí que puede exigir que sólo una persona pague. Ahora bien, si no se ha advertido nada al respecto antes de recibir el servicio, el cliente tiene el derecho a dividir la cuenta como desee.

Otra de las prácticas que empieza a ocupar terreno es la elevación de la cantidad mínima de consumo aplicada en función del tiempo en que se está en una mesa. Algunos locales piden -por ejemplo- que tras estar una hora con un simple café, el cliente pida algo más o se marche. Esta exigencia es legalmente válida si se ha avisado previamente de la misma mediante carteles o en la carta.

Respecto a las reservas, los locales están facultados para establecer expresamente condiciones como la pérdida de la mesa en el caso de llegar muy tarde, e incluso la obligación de pagar una penalización por inasistencia. Lo sería únicamente si se ha informado de estas condiciones con claridad en el momento de reservar. La transparencia es, una vez más, el factor determinante que distingue el abuso de la norma legítima.

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