viernes, 19 septiembre 2025

Máxima preocupación por Irene, hermana de la reina Sofía: han destapado su estado de salud

La familia del Rey Felipe VI ha comenzado oficialmente sus vacaciones de verano en Palma de Mallorca. Como cada año, la isla balear se convierte en escenario de descanso y también en el punto de atención mediática de la monarquía española. El Rey, entregado como siempre a su pasión por la vela, ya se encuentra en el puerto deportivo preparando su participación en las tradicionales regatas. Se espera que la Princesa Leonor haga una aparición este próximo domingo, 3 de agosto, para mostrarle su apoyo desde tierra firme. La Reina Letizia, por su parte, aún no ha hecho acto de presencia pública, aunque está previsto que también se sume a la agenda estival en los próximos días. Sin embargo, lo que más inquietud ha generado este año no es la agenda institucional, sino el paradero y el estado de salud de la Reina Sofía… o, más concretamente, el de su hermana.

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La historia de Irene de Grecia

Durante su juventud, Irene vivió romances discretos que nunca llegaron a consolidarse públicamente. Uno de los más comentados fue con su primo Mauricio de Hesse, un idilio que no fructificó y que terminó con el matrimonio de este con la princesa Tatiana de Sayn-Wittgenstein-Berleburg. Años después, mantuvo otra relación con el príncipe Miguel de Orléans, cuya existencia se supo gracias a su esposa, Bàtrice de Orléans. No obstante, la propia Irene ha preferido no compartir detalles sobre su vida sentimental, limitándose a reconocer que se había enamorado en alguna ocasión, pero sin dar nombres ni fechas.

Su vocación, desde muy joven, ha estado enfocada en el compromiso cultural y humanitario. Ha impulsado proyectos en diversas áreas, especialmente en el ámbito de la música y la educación. Esta labor silenciosa pero constante la ha convertido en una figura muy respetada dentro y fuera de su entorno familiar. Aunque no ostenta ningún título real activo, ha sido considerada siempre una integrante más de la familia real española.

La inquietud actual por su salud coincide con un verano particularmente simbólico para la Reina Sofía. Hace apenas unas semanas, el 18 de julio, la Reina emérita participó en un acto institucional muy significativo junto a su hijo, el Rey Felipe VI. Ambos presidieron juntos el 30º aniversario de la Federación Española de Bancos de Alimentos, una ocasión excepcional, ya que habían pasado más de 15 años sin que madre e hijo coincidieran en solitario en un acto oficial. La presencia de la Reina Letizia no estaba prevista y su ausencia fue interpretada como una elección estratégica. Según analistas, este tipo de gestos tienen un gran valor simbólico y, en este caso, pusieron el foco en la sintonía entre Felipe y su madre.


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