A medida que van llegando las temperaturas cálidas y se incrementan las horas con la luz solar, la protección solar se transforma en una necesidad. Ante el incremento de exposición solar, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe en el que pone a la prueba varias cremas solares con un Factor de Protección Solar 30 (FPS 30) para averiguar cuál es verdaderamente efectiva y -por el contrario- cuáles pueden no ser la mejor alternativa para proteger nuestra dermis.
1¿REALMENTE ESTAMOS PROTEGIDOS DEL SOL?

La OCU ha sometido a prueba a 14 cremas solares, de marcas de reconocido prestigio, todas ellas con FPS 30, para ver si cumplen con la protección que prometen. En esta ocasión y según acredita el informe, todas lo hacen, y ésto no se da siempre en otras categorías, como es el caso de las de FPS más bajo. Pero, la eficacia de protección no ha sido el único criterio que ha sido valorado, también se ha tenido en cuenta la composición química, la presencia de alérgenos, el impacto ambiental y la calidad de aplicación del producto.
El análisis ha sido riguroso, con criterios que no solo han sido la eficacia ante los rayos UVA y UVB, sino que también han incluido factores prácticos como la facilidad de la aplicación, la textura y la duración sobre la piel. Además, también ha pesado el uso de ingredientes potencialmente dañinos para el medioambiente (como los microplásticos) o el uso de fragancias alergénicas ha pesado en la evaluación final. También se ha tenido en cuenta la sostenibilidad del envase: solamente 4 de los 14 productos usan materiales reciclados.
Así, no todos los productos han salido bien parados, ya que, aunque estos pueden cumplir la protección prometida, otros factores pueden ser un riesgo. Según la OCU, hay productos que no solo no protegen la piel de la acción del sol, sino que van más allá. Personas con piel sensible o personas que se preocupan por la salud ambiental de los cosméticos que utilizan para proteger la piel, también ven cómo existen productos que son un riesgo. La OCU afirma que no se debe proteger la piel del sol a expensas de la salud y del medio ambiente.