sábado, 26 julio 2025

Marc Murtra impone su agenda normativa en las ‘telecos’ clásicas europeas

Desde su nombramiento al frente de Telefónica el pasado enero, Marc Murtra ha convertido la consolidación del sector en el pilar de su discurso y, en tiempo récord, ha sumado al resto de ‘telecos’ clásicas a su propuesta de transformación normativa. En febrero, Murtra concedió una amplia entrevista al Financial Times, donde detalló su hoja de ruta para impulsar fusiones, reforzar la inversión en redes de nueva generación y equilibrar el poder con las grandes tecnológicas globales.

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Tras este hito, el presidente de Telefónica elevó su mensaje en la inauguración del Mobile World Congress de Barcelona, reclamando a las instituciones europeas “adaptar su normativa y sus objetivos para permitir la consolidación tecnológica de las telecomunicaciones” y reforzar la autonomía estratégica de Europa frente a EE. UU. y China.

Marc Murtra de Telefónica al centro de la agenda europea

El 24 de julio, los consejeros delegados de las 20 mayores operadoras de Europa –entre ellas BT, Deutsche Telekom, Orange, Telecom Italia y Telefónica– suscribieron una carta dirigida a Ursula von der Leyen, Teresa Ribera y Henna Virkkunen en la que exigen un “giro drástico e inmediato” en el marco regulatorio de telecomunicaciones y en las normas de concentraciones de la UE. Este texto concreta seis reformas urgentes para ganar escala, invertir y liderar la innovación en infraestructuras digitales que representan el 4,7 % del PIB europeo y mueven más de 50 000 M € al año en inversiones.

Entre los firmantes destaca la figura de Marc Murtra, cuyo mandato de apenas medio año ha sido aprovechado para impulsar una hoja de ruta que trasciende la operativa de Telefónica y convence al resto del sector. Además de articular la petición colectiva, Murtra forjó alianzas estratégicas en mayo al incorporarse a la European Round Table for Industry (ERT), foro clave para definir la política industrial europea.

Seis ejes para redibujar el mercado

Las medidas reclamadas en la carta giran en torno a:

  1. Marco pro‑inversión y desregulación de la fibra óptica: retrasar los objetivos del despliegue hasta 2051, según la Década Digital, y pasar de un control ex ante a ex post para fomentar inversiones masivas.
  2. Facilitar fusiones y escalabilidad: autorizar concentraciones primero a nivel nacional antes de dar el salto europeo, para crear “titanes tecnológicos”.
  3. Nivel de juego igualitario frente a Big Tech: sistema de arbitraje obligatorio con Google, Meta y compañía, pidiendo “mismos servicios, mismas reglas”.
  4. Armonización del espectro radioeléctrico: licencias predecibles y más duraderas para desplegar 5G/6G sin divergencias entre Estados miembros.
  5. Simplificación normativa: reducir de más de 34 a un único conjunto de obligaciones para mejorar la experiencia del cliente.
  6. Gobernanza reforzada: un órgano coordinado que garantice la creación de un auténtico mercado único de telecomunicaciones.

Un “contrato social” con Bruselas

Los avances que conocemos del nuevo plan estratégico de Telefónica, que se presentarán en julio, ya incluyen la apuesta por “más riesgos calculados” y un “contrato social” con la Comisión para flexibilizar fusiones a cambio de compromisos de inversión en talento, infraestructura y tecnologías emergentes como IA y ciberseguridad. Este enfoque ha sido bien recibido por los inversores, que ven en la búsqueda de escala un elemento clave para alcanzar la autonomía tecnológica y reducir la dependencia exterior.

Hacia un nuevo rol geopolítico y geotecnológico

La iniciativa de Marc Murtra coincide con el llamamiento de la OTAN para canalizar hasta el 1,5 % del PIB europeo hacia la protección de infraestructuras críticas y la innovación. En un momento de tensiones geopolíticas y rivalidades por el dominio tecnológico, Europa aspira a no repetir errores pasados y erigir su propio bloque digital. Para ello, las ‘telecos’ clásicas deben reconfigurar su modelo de negocio y colaborar estrechamente con las instituciones, asentando las bases de un ecosistema más robusto y competitivo.


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