Ya empieza, por primera vez desde que inicio el proceso de contratación de la empresa, a correrse entre los riders de Glovo la idea de ir a una huelga hasta que la plataforma resuelve los problemas que han nacido con el cambio de modelo. Es una novedad para una plataforma que, al trabajar con autónomos, hasta ahora había sido capaz de evitar este tipo de protestas grupales, pero ahora pasa a ser una posibilidad real, sobre todo con la CGT y otros sindicatos rodeando la empresa.
Es cierto que no deja de ser una idea desordenada. Aunque entre los repartidores de la empresa se comenta la idea, y se ha corrido incluso un flyer invitando a tomar la medida de protesta el próximo 1 de septiembre. Pero de momento ningún sindicato se ha hecho responsable del llamado, y el mensaje no incluye la firma de ninguno de los reconocidos en España. Pero deja clara la molestia que existe entre los trabajadores, apenas unas semanas después de que se haya completado el proceso de contratación.
De cualquier modo hay tiempo para que Glovo arregle la situación sin que haya un llamado más, que venga con el respaldo de la CGT o de una organización como Riders por derecho. El problema pasa por repartidores que no han cobrado a tiempo su sueldo, otros que sienten han sido obligados a cambiar de horario tras el primer acuerdo de la aplicación y algunos que han sido dejados de lado en el proceso de contratación, que no ha contratado a todos los trabajadores que en algún momento operaron como repartidores de la plataforma.
Se suma que en las últimas semanas la empresa además ha puesto varias sanciones a los riders que no han cumplido con los nuevos horarios. Es una situación sobre la que CGT ha llamado la atención, señalando que este tipo de documentos, si no son impugnados, pueden servir como justificación a la hora de un despido, en un momento donde además varios riders temen que ocurran a medida que se suman repartidores con mayores horarios.
GLOVO COMO CONEJILLO DE INDIAS DEL SECTOR
Lo cierto es que los problemas que sigue afrontando el unicornio español son un buen ejemplo de los problemas que pueden tener otras empresas del sector en Europa al verse obligados a tomar medidas similares, empujados por la forma en que cada país asume la «Ley de trabajo en plataformas digitales», que fue promovida precisamente por Yolanda Díaz desde España.
En el caso nacional, la empresa que debe ver más de cerca la situación de Glovo es, precisamente, su principal rival en el mercado del delivery: Uber Eats. Mientras que Just Eat tenía años trabajando con riders con contrato cuando los de Oscar Pierre decidieron contratar a sus repartidores, los de Uber siguen trabajando con repartidores autónomos a día de hoy, y de momento no han movido un dedo para cambiar su modelo. Ya están en la mira de la inspección de trabajo, y se espera que la presión sobre ellos sea similar a la que tuvo que asumir la propia Glovo por años.

La ventaja, por supuesto, es que han visto los problemas con los que ha lidiado Glovo, incluyendo esta posible huelga. Si en algún momento deciden tomar una decisión similar, los pasos que ha dado la empresa española son también un buen ejemplo de como lidiar con una decisión de esta magnitud sobre sus riders. Al mismo tiempo, mientras que dan el paso Uber Eats se ha vuelto la última opción para varios repartidores que, por uno u otro motivo, no han podido seguir operando dentro Glovo.
UN PROBLEMA A LA VEZ PARA EL UNICORNIO ESPAÑOL
En cualquier caso, la realidad es que Glovo sigue intentando apagar los incendios que ha generado este proceso. Esperan que estén resueltos en las próximas semanas, y seguir operando la aplicación con normalidad. Si tienen una ventaja es precisamente que, a pesar de todo, siguen siendo una de las empresas más populares del sector, lo que permite que sea más fácil a atravesar esta tormenta.