‘La Encrucijada’ asoma ya su ya su décimo episodio, con dos entregas de la serie que hacen elevar aún más el pulso de los que la ven. La serie protagonizada por Rodrigo Guirao y Ástrid Janer no se detiene en su ascenso como la combinación que no da abstenerse de querer más de la mezcla de drama y romance, de traición y de misterio.
3LA ENCRUCIJADA COMO UNA NUEVA TELEVISIÓN

Más allá del drama que envuelve a sus personajes, ‘La Encrucijada’ es también un ejemplo de la llegada del nuevo modelo de ficción del nuevo panorama español. Producida en colaboración con Secuoya Studios, y la turca Ay Yapim, la ficción se explica porque es una gran virtud narrativa que junto con el talento no tiene fronteras del modo que se encuentro en las ciudades que dan la serie como Madrid o los paisajes volcánicos de Canarias, donde sus imágenes terminan de rendirnos a su potencia visual y a cada una de las líneas que sostienen el guion.
La banda sonora de sus composiciones corre a cargo de Pablo Cervantes y producida por Atresmúsica. Para Cervantes, no es sólo un acompañamiento, es, y debe ser, la representación del modo de una de las almas de la historia. Más de dos horas de música originales hacen que el tema principal ya se ha convertido en un emblema emocional reconocible. La música no sólo acompaña las emociones, las suele anticipar”, ha dicho Cervantes en más de una entrevista y es una premisa que se puede cumplir en cada uno de los episodios.
La estrategia de Antena 3 a través de ‘La Encrucijada’ es una parte de un todo mayor: su rsponsabilidad es el liderazgo en la ficción nacional. Al lado de títulos como ‘Sueños de libertad’, ‘Una vida nueva’ y ‘Eva & Nicole’, el programa se institucionaliza dentro de la oferta que une calidad técnica, guiones reforzados y personajes en sí con profundidad psicológica. Atresmedia ha entendido que el público no busca sólo el entretenimiento, sino historias que hablen a su corazón, aunque vengan envueltas en la penumbra.
Como añadido, el reparto coral de la serie es otro de sus puntos fuertes. Las intervenciones de Abel Folk, Isabel Serrano, Candela Márquez, Silvia Marsó, etcétera dotan de credibilidad, de autenticidad, en definitiva, a cada escena. Pero el peso de la intensidad emocional del relato lo sostienen Rodrigo Guirao y Ástrid Janer ante una muy difícil química en pantalla. “No firman una historia de enamorados: la encarnan”, dicen algunos críticos de televisión, y viendo un sólo capítulo podrá entenderse.