domingo, 27 julio 2025

«El despertar político europeo cambia el paradigma de mercado para el continente» 

IG Markets

Pierre-Alexis Dumont, director de inversiones de Sycomore AM (parte de Generali Investments) habla en Merca2 sobre el nuevo paradigma de mercado para Europa

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Los mercados bursátiles estadounidenses experimentaron un efecto «Siete Magníficos» tras concentrar la creación de valor, el crecimiento de los beneficios y unas rentabilidades sin precedentes en 2023 y 2024. Aunque las causas difieren, las consecuencias son similares en Europa para las empresas de defensa y financieras en 2025, ya que estas últimas concentran la mayor parte del impresionante repunte del mercado, que actualmente asciende al 10% en Europa, pero solo al 2% sin su contribución.

pierre alexis dumont Merca2.es
Pierre-Alexis Dumont, director de inversiones de Sycomore AM

Esta reactivación se deriva del cambio de paradigma en Europa, caracterizado por el fin de la deflación -que permitió al sistema financiero europeo salir del marasmo-, pero también del despertar político europeo desencadenado por el aislacionismo del presidente Trump. Los efectos han sido masivos: el plan de estímulo de las infraestructuras se ha introducido finalmente en Alemania, y las «declaraciones de intenciones» sobre la defensa europea han sido sustituidas por un aumento significativo de los presupuestos, confirmado recientemente en la cumbre de la OTAN, con objetivos de gasto fijados ahora en el 5 % del PIB para 2040.

Por eso nuestra opinión sobre Europa es hoy más positiva. Una advertencia, sin embargo: para que el cambio de paradigma responda a las expectativas, será necesaria una pronta ejecución. Y la capacidad de ejecución suele ser el problema en Europa. Esto quedó claro con el «Green Deal» europeo, cuyos efectos quedaron muy diluidos en comparación con el «IRA» estadounidense, a pesar de compromisos de gasto similares. En general, es importante recordar que el entorno actual -en constante cambio debido a las grandes perturbaciones tecnológicas, geopolíticas y económicas- concentrará los retornos en un número limitado de segmentos de mercado. Una situación propicia a la creación de «alfa» para las estrategias basadas en convicciones.

Nuevo paradigma de mercado

La nueva gobernanza política y económica en Estados Unidos ha tenido un impacto limitado en los mercados de capitales. Lo mismo puede decirse de los indicadores económicos, muy resistentes tanto en Europa como en Estados Unidos. Sólo los indicadores «blandos», que miden el sentimiento y las expectativas, apuntan a niveles preocupantes de debilidad. Este es un punto clave. De hecho, estas encuestas se consideran predictivas. La brecha entre ambos tipos de datos -la mayor en 27 años- es un reflejo de la incertidumbre de los inversores.

¿Y si los aranceles sobre los productos de la UE aumentasen hasta el 30%?

Mientras que los datos duros sugieren un crecimiento de entre el 3 y el 4%, los datos blandos apuntan a un crecimiento de entre el 1 y el 2%. Esta discrepancia, así como un posible deterioro del entorno económico, supone una amenaza para los mercados de capitales. También explica en parte la actitud de espera de los inversores, a la que suele seguir un brusco giro en cuanto mejora la visibilidad.

Estas divergencias abogan por una mayor diversificación, pero también exigen cierta prudencia y, en este nuevo paradigma, sería un error basar las previsiones en las rentabilidades registradas por las distintas clases de activos en los últimos años. Además, esta divergencia no es propicia para iniciar grandes jugadas de asignación o posicionamiento hasta que estemos en mejores condiciones de analizar el entorno económico.

El despertar político europeo cambia el paradigma de mercado para el continente
El despertar político europeo cambia el paradigma de mercado para el continente

Estrategia de asignación de activos

Después de que los mercados siguieran subiendo en junio, acercándose a sus máximos anuales, estamos cada vez más atentos. Estamos a la espera de ver cómo reaccionará el presidente estadounidense el 9 de julio con los países que no han firmado un acuerdo comercial con Estados Unidos.

Actualmente, los mercados de renta variable se mueven por la esperanza. Esperanza de que las negociaciones comerciales vayan bien, esperanza de que la Reserva Federal ajuste su política, esperanza de que la próxima temporada de resultados comience con fuerza y supere las expectativas. Por lo tanto, los mercados tienden al alza este mes, pero parecen incapaces de superar un nivel de resistencia y carecen de catalizadores inmediatos capaces de impulsarlos mucho más al alza. Seguimos de cerca estos factores para determinar si debemos aumentar nuestra exposición a la renta variable.

No obstante, cabe destacar nuestro sesgo geográfico. Hemos mantenido nuestra sobre ponderación en renta variable europea, sobre todo porque tememos una continua depreciación del dólar, que podría tener un fuerte impacto en la rentabilidad.

Ejemplo en junio: el S&P 500 ganó un 5% en dólares y un 1% en euros. No obstante, hemos mantenido nuestras inversiones en varios valores tecnológicos estadounidenses y estamos cubriendo el riesgo cambiario.

En cuanto al crédito, el mercado se está mostrando muy resistente en general, a pesar de cierta volatilidad en los bonos soberanos.

Este es el caso, en particular, de los segmentos de calificación crediticia de la cartera, a saber, BBB Investment Grade y la parte alta del sector High-Yield. El mercado primario se ha mantenido particularmente dinámico, y la demanda sostenida de los inversores está permitiendo que los diferenciales continúen reduciéndose, un movimiento que comenzó en abril.

Nuestra opinión sobre las pequeñas y medianas empresas europeas ha pasado de negativa a neutral. Su ímpetu de crecimiento, su baja exposición a los aranceles y una actividad de fusiones y adquisiciones bastante intacta resultan tranquilizadores. Gracias al plan de estímulo (gasto en defensa e infraestructuras) y a un BCE moderado, parece que los planetas empiezan a alinearse para esta clase de activos.


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