sábado, 26 julio 2025

Un testigo destapa la dura realidad del matrimonio de Íñigo Onieva y Tamara Falcó

Lo que prometía ser una velada de lujo y celebración acabó revelando una verdad incómoda sobre el matrimonio entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva. La pareja acudió recientemente a un exclusivo evento en Madrid, organizado con motivo del centenario del legendario hotel Le Bristol Paris, uno de los iconos de la elegancia francesa. La cita, promovida por una prestigiosa firma de relojes, tuvo lugar en AP House Madrid – La Suite, un espacio sofisticado en plena calle Serrano que acogió a un selecto grupo de invitados. En un ambiente refinado, entre brindis, gastronomía gourmet y conversaciones distinguidas, todo parecía seguir el guion de una noche perfecta… hasta que la actitud de Íñigo Onieva rompió la armonía.

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El hermetismo de Íñigo Onieva

Íñigo Onieva sigue siendo una figura difícil de descifrar. Puede mostrarse completamente desinteresado en actos públicos donde el protocolo exige presencia y cortesía, y al mismo tiempo rendir tributo a su suegra, Isabel Preysler, en su restaurante Casa Salesas, donde ha incluido en su carta los famosos soufflecitos, uno de los platos más representativos de la gastronomía de Villa Meona, la mansión familiar. Una dualidad que pone en evidencia el viraje en su estilo de vida: de las fiestas a las cenas familiares, de los festivales internacionales a los horarios de cocina. Un intento, quizá, de adaptarse al nuevo papel que le exige su matrimonio con Tamara.

La historia entre ambos ha estado desde el principio rodeada de altibajos. No hay que olvidar que apenas unas semanas antes de su boda, celebrada el 8 de julio de 2023, Íñigo fue sorprendido siéndole infiel a Tamara en un festival al otro lado del mundo. Pese al escándalo, ella decidió perdonarle y continuar con sus planes nupciales. Y lo hizo con una boda multitudinaria, rodeada de glamour, en la finca El Rincón. Desde entonces, han intentado construir una relación estable, celebrando su primer aniversario en el hotel Le Bristol Paris, precisamente el homenajeado en la cena que ha vuelto a sacar a relucir su aparente falta de sintonía.

Ese hotel, situado en la lujosa Rue du Faubourg Saint-Honoré, fue el escenario elegido por la pareja para conmemorar su primer año como marido y mujer. La habitación en la que se alojaron costaba alrededor de 15.000 euros por noche, y disponía de más de 200 metros cuadrados, sala de estar, baño de vapor y vistas privilegiadas. Un capricho romántico para celebrar su amor a lo grande. Ahora, un año después, han puesto rumbo a la Provenza francesa para conmemorar su segundo aniversario, un viaje en el que parecen haberse reencontrado. “Tal cual lo que hacía falta”, escribía Tamara junto a varias imágenes en las que se les ve disfrutando de la calma del paisaje, en un entorno bucólico, alejados del ruido mediático y del estrés de la ciudad.


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