‘Sueños de libertad’ cierra una emocionante semana con un nuevo episodio, que al igual que días atrás, viene cargado de misterios, tensiones y pocas apariciones de personajes afamadas. Este nuevo capítulo incrementará la tensión y presión de nuevas tramas que ya llevaban unas semanas cociéndose a fuego lento. Relaciones tambaleantes, amistades que se consolidan y secretos agazapados para estallar, marcarán el día que hay que suponerse decisivo para la historia.
1EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA LEALTAD

Bajo la premisa del drama que se insinúa en el episodio de esta semana de Sueños de Libertad, la figura de la abogada Begoña juega un papel central. Todo lo contrario hasta ahora, pues en esta ocasión asume una posición clara y desafiante al enfrentar a Andrés, su eterno antagonista. Éste, acostumbrado a tener la última palabra, arremete en contra del joven Gabriel, con la ira de quien se siente impotente ante la situación que se le escapa de las manos.
Con la furia de quien no puede hacer frente a un nuevo estallido de celos e inseguridad, Andrés pone en tela de juicio al joven, convertido para él en un simple oportunista que apenas llega a sumar ya con una familia extensa, desvirtuando la realidad a partir de falsas apariencias. A pesar de esto, el gesto de Begoña es una respuesta que no solo niega dar la razón a Andrés, sino que también se pone de parte del abogado en cuestión.
“No todo lo que brilla es oro”, parece advertir el hombre, pero sus palabras van rebotando aquí y allá, sin eco, a lo largo del corazón de Begoña. Su gesto, no solo es la defensa del abogado en el caso que resulta así evidente, sino que es un acto de emancipación personal, de ruptura con los constantes enfrentamientos y con la manipulación disfrazada de preocupación.
La abogada Begoña se atreve a romper con un esquema y, al mismo tiempo, deja claro que su confianza ya no está al servicio de la persona que más grita, sino que se pone de parte de la persona que más demuestra. Por su parte, Don Pedro se erige ahora como el nuevo obstáculo que han de sortear, él presiona a Gabriel pidiendo una sentencia ejemplar, que, en la ignorancia producto de la prepotencia, sólo sirve para que la unión entre el abogado y la mujer que desea salvar se haga más intensa.