¿Creías que un simple paseo con tu mascota por el jardín era inofensivo? El verano convierte el césped y los arbustos en verdaderas guarderías de garrapatas, y lo peor es que pueden colarse en tu casa sin que lo notes. Un descuido te expone a enfermedades que tardan semanas en revelar sus síntomas. Lo que nadie te ha contado sobre garrapatas puede cambiar tu rutina de cuidado para siempre.
En los próximos minutos descubrirás por qué estas plagas eligen precisamente la estación más cálida para atacar, qué señales no puedes ignorar y los trucos que mantendrán a raya a las garrapatas en tus perros y gatos. Prepárate, porque tu mascota —y tu bolsillo— te lo agradecerán.
9Vigila los síntomas tras la picadura

Si sospechas que tu mascota ha sufrido la mordedura de una garrapata, presta atención a cambios de comportamiento o de apetito en las semanas siguientes. Fiebre, cojera o falta de energía pueden indicar la presencia de enfermedades transmitidas por estos insectos. Detectar a tiempo cualquier síntoma te permite acudir rápidamente al veterinario y evitar complicaciones graves.
La prevención no termina con la retirada del parásito: mantener un registro de revisiones diarias ayuda a identificar patrones y a proteger mejor a tu compañero. Con una observación constante, minimizarás el impacto de posibles infecciones.