¿Creías que un simple paseo con tu mascota por el jardín era inofensivo? El verano convierte el césped y los arbustos en verdaderas guarderías de garrapatas, y lo peor es que pueden colarse en tu casa sin que lo notes. Un descuido te expone a enfermedades que tardan semanas en revelar sus síntomas. Lo que nadie te ha contado sobre garrapatas puede cambiar tu rutina de cuidado para siempre.
En los próximos minutos descubrirás por qué estas plagas eligen precisamente la estación más cálida para atacar, qué señales no puedes ignorar y los trucos que mantendrán a raya a las garrapatas en tus perros y gatos. Prepárate, porque tu mascota —y tu bolsillo— te lo agradecerán.
2Jardines a prueba de garrapatas

Tu césped y tus macetas pueden convertirse en un parque de atracciones para las garrapatas si no tomas medidas preventivas. Mantener el césped corto y las zonas de tránsito limpias de hojarasca reduce hasta en un ochenta por ciento su presencia. Un jardín bien cuidado es el primer escudo contra las garrapatas.
Considera delimitar las áreas de juego con grava o hierba seca, que impiden que estos parásitos salten al pelo de tu perro o gato. Además, colocar plantas repelentes alrededor de los bordes añade una barrera natural: la combinación de orden y vegetación amiga es tu aliada definitiva.