El drama de Talgo aún no acaba, aunque la aparición de la SEPI apunta a que la operación de Sidenor para hacerse con el 29,7% de la empresa que controla el conglomerado Trilantic debería salir adelante, las dudas se mantendrán mientras que la no haya tinta estampada en el papel. Esto también ha mantenido atentas a las últimas empresas que habían mostrado interés en hacerse con Talgo, la polaca Pesa, con la que el fabricante tiene un acuerdo para el desarrollo de los sistemas de alta velocidad del este de Europa, y la india Júpiter Wagons siguen atentos ante la posibilidad de hacerse con el fabricante.
La realidad es que la empresa sigue pareciendo atractiva para ambas. Hace unos días OkDiario informaba que aunque no interferiría con la estrategia del gobierno, los polacos estaban atentos en caso de que la compra descarrilara para lanzar su propia opa. Lo mismo ocurre con los indios, que aunque marcan que no piden el control de la empresa, están interesados en los modelos particulares de trenes diseñados por Talgo. Es una posibilidad que sigue siendo real, incluso si ya no es la más probable, y que cambiaría el tablero de juego en el futuro inmediato para la alta velocidad española.
Es que desde el Gobierno se pretende preservar la españolidad del fabricante. Hay buenos motivos, no solo es clave para seguir avanzando con la liberalización del sistema nacional de alta velocidad, sino que la empresa tiene un conocimiento extenso del mismo, por lo que es considerada como una «empresa estratégica», algo que ha repetido desde el ministerio de Transporte y Movilidad sostenible como el de industria.
De todos modos, se espera que haya silencio del lado de Sidenor al menos hasta el miércoles 30 de julio, cuando se presentan los resultados de la primera mitad del año. En este tiempo siguen en el proceso de renegociar la deuda con Renfe, que aplicó una sanción de más de 100 millones de euros sobre el constructor y deben revisar el alcance de su acuerdo con la operadora alemana Deutsche Bahn.
TALGO Y SU CONOCIMIENTO SON ATRACTIVOS A PESAR DE LA CRISIS
Es interesante sin duda que, a pesar de su crisis reciente, la empresa sigue siendo atractiva tanto para estas empresas como para Sidenor. Es cierto que las acciones de la empresa han perdido parte de su valor en los últimos años debido a sus problemas empresariales, la realidad es que los retrasos en las entregas de pedidos le han pasado factura tanto a su reputación como a sus cuentas.

Sin embargo, la empresa sigue siendo dueña del único modelo de trenes de alta velocidad diseñado para las vías de ancho variable que está operativo en el mercado. Es cierto que hay algunas empresas que se han abierto a fabricar un modelo similar, pero en este momento el Avril es la única opción, y se suma que este tren es clave para la segunda etapa de la liberalización del sistema español de alta velocidad, lo que hace que la empresa tenga bastante seguridad de varios pedidos en territorio español en el corto plazo.
Se suma que su capacidad de construir trenes de ancho variable puede ser clave para países que están en proceso de construcción de sus sistemas de alta velocidad. Sumado al deseo de Bruselas de que el tren sea el medio de transporte clave del continente europeo, es de esperar que se trate de un momento interesante para un fabricante con las características de la empresa vasca.
EL DE TALGO PODRÍA CERRARSE DESPUÉS DEL VERANO
La realidad es que Sidenor y Talgo pueden seguir en la misma situación, al menos hasta después del verano. Lo esperado es que no haya un acuerdo en agosto, incluso si los plazos siguen pasando. El próximo miércoles 30 de julio será un punto clave. Los resultados del fabricante apuntan a ser complicados una vez más, pero esto solo hace más evidente la necesidad de un socio industrial.